
Ubar, la Atlántida de las arenas. La ciudad perdida que resultó ser cierta
La Atlántida no es la única ciudad perdida. Existe en las arenas arábicas la leyenda de la ciudad perdida de Ubar. Una ciudad perdida en el desierto.
La Atlántida no es la única ciudad perdida. Existe en las arenas arábicas la leyenda de la ciudad perdida de Ubar. Una ciudad perdida en el desierto.
El significado de la frase "le costó un ojo de la cara" o "costar un ojo de la cara" tiene un curioso origen en la mitología nórdica.
La épica de Gilgamesh no es solo el cuento más antiguo de la historia, fue además el molde en el que se basaron gran parte de las historias de la antigüedad
El mito de Prometeo y la caja de Pandora es uno de los eventos más importantes en la mitología griega y la mitología romana. Una alegoría al conocimiento y las responsabilidades que este conlleva.
En el siglo XVIII un visionario ingeniero llamado Jacques de Vaucanson construyó un pato robot capaz de comer y hasta defecar.
Cuando el rey Tulio Hostilio ejecutó cruelmente al líder de Alba Longa, los romanos creyeron que Júpiter lo maldijo: "que te parta un rayo"
La religión hindú tiene una de las maneras más interesantes de medir el tiempo. Desde el ksana y el asamkhya kalpa hasta el año de Brahma.
El impresionante Monte de Saint-Michel en las costas del canal de La Mancha posee dos características que lo hacían imposible de asediar.
El fuego de San Telmo es un fenómeno lumínico que ocurre en los barcos a vela. Descrito por figuras tales como Charles Darwin y Julio César.
En el Día de San Patricio de 1948 el periodista Dick Fagan tuvo la idea de crear a Mills Ends, el parque estatal más pequeño del mundo.
Las torres de Hanói es un juego de ingenio asiático que requiere de lógica algorítmica para su resolución. Su solución es muy simple.
La sirena de Fiji es uno de los mitos de la cultura popular más asombrosos y entretenidos. Una historia con elementos dignos de Lovecraft.
La piedra filosofal fue un objeto mitológico el cual, según los alquimistas del medioevo y el renacimiento, podía transmutar al plomo en oro.