
Las postales del siglo XIX que imaginaban cómo sería el mundo del futuro
A finales del siglo XIX el optimismo científico y tecnológico llevaron a imaginar al mundo del futuro a través de postales retrofuturistas.
A finales del siglo XIX el optimismo científico y tecnológico llevaron a imaginar al mundo del futuro a través de postales retrofuturistas.
Los arcos de Parry y los parhelios de tipo sundog son dos de los fenómenos atmosféricos más espectaculares de la tierra, más aun cuando son capturados por el lente de una cámara.
George 'Beau' Brummell fue un caballero británico quien, a pesar de no ser rico, es recordado hoy en día como el dandy más vanidoso y pulcro en la Historia.
Flatland es una obra cuyo objetivo fue el de explicar de manera clara como es vivir en un universo 2D y que pasa si se introduce otra dimensión.
Durante los inicios y mediados del siglo XVIII los mares del caribe se vieron asediados por infinidad de piratas, entre ellos la capitana pirata Anne Bonny.
Escondido en el Hyde Park londinense existe escondido un pequeño cementerio de mascotas victorianos creado a finales del siglo XIX.
Durante su construcción la cabeza de la Estatua de la Libertad fue expuesta como un gigantesco busto durante la Exposisión Universal de París de 1878.
El siglo XIX fue la época dorada de los libros de arquitectura ilustrada, de la Historia de las Residencias Reales a la Gramática del Ornamento.
La Mary Celeste fue un barco a vela del siglo XIX cuya tripulación desapareció de manera misteriosa, quedando el navío a la deriva durante años.
La siguiente es una imagen de Hans Nilsen Langseth, el hombre, conocido, tuvo la barba más larga de la historia. De hecho, su barba creció varios metros.
Leopold y Rudolph Blaschka eran dos artesanos victorianos del vidrio que en el siglo XIX crearon todo tipo de fascinantes seres marinos para distintas universidades.
En Afganistán, un país históricamente signado por las interminables guerras, existe el mercado de armas más grande del mundo: El mercado de Darra Adam Khel.
En 1898, tan solo dos años después de haber sido filmada la primera película de la historia, G.A. Smith filmó la primera película navideña en la historia.