Paul Stapp fue un cirujano que donó, en vida, su cuerpo a la ciencia para determinar los efectos de la desaceleración y la velocidad en el cuerpo humano.
En la a bahia de Nouadhibou, en Mauritania existe uno de los lugares visualmente más espectaculares de la tierra. El mayor cementerio de barcos del mundo.
Durante la segunda guerra Estados Unidos envío varios cazas a Groenlandia. Estos quedaron perdidos en el hielo hasta que un grupo de intrépidos los rescató.
Varios inventores a lo largo y ancho del mundo están inventando y creando sus propios vehículos robots. Muchos inspirados en los Mechas y los Transformers.
Al terminar la segunda guerra mundial los japoneses entregaron a los Estados Unidos algo que dejó atónitos a sus comandantes: un submarino portaaviones.
El Schienenzeppelin fue un tren experimental desarrollado en la década de 1930 que incorporaba una hélice de avión para cortar la resistencia del aire.
Deseosos de tomar al enemigo por sorpresa, los ingenieros soviéticos combinaron un tanque T-60 con un avión Antonov, creando un tanque de guerra volador.
La masiva explosión no solo destruyó la nave, sino que además prácticamente desintegró la torre de control y destruyó gran parte del centro de despegue.
Tom Attridge fue un piloto que en el año 1956, tras una vertiginosa maniobra a gran velocidad, hizo que sus propias balas impacten contra su avión, derribándose a sí mismo.
El siguiente es un vídeo de un hombre reparando lineas de alto voltaje de 765,000 voltios desde un helicóptero, uno de los trabajos más peligrosos del mundo