
El sorprendente árbol que da cuarenta tipos distintos de frutos
El artista Van Aken logro crear un árbol de los 40 frutos utilizando distintas técnicas de injertos desarrolladas en Japón.
Recopilación de artículos sobre todo tipo de vegetación, plantas árboles y vegetales hallados a lo largo del planeta tierra.
El artista Van Aken logro crear un árbol de los 40 frutos utilizando distintas técnicas de injertos desarrolladas en Japón.
El Kudzu es una planta nativa del sudeste asiático que al ser introducida en los Estados Unidos en el siglo XIX causó un desastre ecológico colosal.
Biosphere 2 es el único bosque tropical bajo techo del mundo, no obstante, el ambiente perfecto de sus inicios llevó a que sus árboles sean débiles.
Los aquapaisajes son bosques miniatura sumergidos en peceras. Elaborados por pioneros como Takashi Amano, los mismos son obras de arte vivientes.
Pocos incendios forestales tuvieron el impacto ambiental que el incendio forestal de Fort McMurray tuvo en Canadá en el año 2016.
Con el fin de honrar a su monarca los campesinos holandeses del siglo XVII comenzaron a seleccionar las zanahorias naranjas. Obteniendo así de manera gradual las zanahorias modernas.
Tras la caída de la industria automovilística estadounidense la ciudad de Detroit experimentó un éxodo masivo, prontamente la naturaleza reclamó las casas.
A lo largo del mundo hay sucesos que, como reloj, son eventos que ocurren una vez al año. Este fenómeno de periodicidad es más común de lo que parece.
En la Isla de Vieques, Puerto Rico, existe un maravilloso fenómeno natural. Una bahía entera que de noche es iluminada por miles de seres bioluminiscentes.
Con 1 metro de alto y unos 35 kilos este es el fruto más grande del mundo, y lo más raro es que cuelga del árbol como cualquier otra fruta. El fruto de yaca.
La eficiencia evolutiva ha llevado a que a lo largo de los millones de años de evolución varios vegetales adquieren formaciones fractales en su estructura.
De los jardines en azoteas de Kensington en Londres al impresionante jardín en la terraza del museo de Fukuoka en Japón: los edenes de ciudad.
En el siglo XVIII el naturalista Carolus Linnaeus desarrolló varios relojes florales, que funcionaban organizando las flores según sus tiempos de abertura.