El naturalista artista
Alexander Von Humboldt fue uno de los mayores y más intrépidos exploradores de la historia. A tal punto que el mismo Charles Darwin, quien era un gran explorador en si mismo, lo llamaría «el más grande viajero científico de todos los tiempos». Uno de sus principales intereses eran las tierras de América, y es allí donde encontraría un loro que había pertenecido al último parlante de la lengua aborigen de los atures. Tribu americana con una rica y compleja lengua la cual gradualmente fue desapareciendo con la misma tribu tras esta ser decimada y luego asimilada.
Constantemente desaparecen lenguas en el mundo, de hecho, en el presente «gracias» a la globalización este problema ha aumentado a niveles nunca antes vistos. Sin embargo, este fenómeno no es algo nuevo y en el pasado, aunque a un ritmo mucho menor, múltiples lenguas tribales se extinguían tras grandes accidentes, como sequías prolongadas, guerras, tornados u otros tipos de catástrofes que dispersaban irremediablemente a sus pequeños números de parlantes.
Durante su travesía científica por América de 1799 a 1804, donde además documentar nuevas especies realizó algunos de los mejores tratados científicos ilustrados sobre la vegetación del continente, Humboldt notó esta problemática con respecto a la acelerada y constante desaparición de las culturas locales.
Esto quedaría demostrado en su viaje a la región de San José de Maypure, lugar en el que vislumbraría un panorama desolador. Los indígenas atures que deseaba contactar, según le contaron pobladores de la zona, habían sido atacados por caribes, y ya nada quedaba de ellos. Este tipo de ataques virulentos que arrasaban con tribus enteras eran muy comunes en muchas culturas tribuales. Quizás el ejemplo más emblemático de esto fue el caso de los Moriori, una tribu del Pacífico que amaba la paz y la no violencia y la cual fue completamente arrasada y destruida por lo Maories, quedando casi nada de la misma después del ataque.
Tras unos días le harían llegar la noticia de que solo un pequeño vestigio de la lengua atur quedaba vivo, un viejo loro casi desplumado que había pertenecido a uno de los últimos atures. Humboldt invertiría gran cantidad de tiempo intentando comprender los gritos y parloteos del loro, logrando llegar a catalogar 40 palabras tras un duro y arduo trabajo. El último legado de una cultura extinta, y ahora, a partir de ese momento, completamente perdida en el tiempo para siempre. Una cultura que paso a convertirse en parte de la Historia misma.
Si bien hoy en día varios lingüistas afirman que lo más probable es que con los años el loro deformara las palabras y estas en realidad no reflejen verdaderamente la fonética atur, las notas realizadas por Humboldt son, en efecto, el último legado y vestigio de su cultura. Un mal, la desaparición de culturas y leguas, que a finales del siglo XX y sobre todo a principios del siglo XXI se ha convertido en un mal endémico, con cientos de lenguas indígenas en todo el mundo al borde del colapso y la desaparición.
Humboldt formó parte de la era de los grandes exploradores del mundo, cuando las flotas navales de las potencias y el colonialismo comenzaron a abrir puertos en todos los rincones de la tierra. No obstante, estos viajes eran muy peligrosos y por lo general terminaban en tragedia, como fue el caso de Alexander Selkirk, el hombre que inspiró a Robinson Crusoe, una de las obras más importantes y populares de la literatura moderna.
El nushu, la lengua de las mujeres
Una historia parecida puede ser la del Nushu, la lengua secreta de las mujeres en la China feudal la cual fue creada para poder comunicarse sin que los hombres supiesen de lo que estaban hablando. La misma esta al borde de la extinción, aunque existen varios esfuerzos en todo el mundo, y lógicamente sobre todo en China, para intentar recuperarla y que esta no se pierda en las arenas de la historia.
Puedes leer más sobre el Nushu, su historia y los intentos por salvarlo de la extinción siguiendo este enlace.
Kunstformen der Natur
Otro gran ilustrador científico de la naturaleza fue Ernst Haeckel. En Anfrix ya hemos hablado sobre su maravillosa obra, el Kunstformen der Natur, o, en español Obras de arte de la naturaleza. Hemos hablado en detalle sobre el Kunstformen der Natur en el siguiente artículo.
Las grandes obras ilustradas aquí mencionadas no eran el único tipo de herramienta didáctica creada en esta época. También encontramos elementos tales como los modelos de vidrio de distintos organismos y varios otros tipos de modelos y muestrarios que se crean a partir de necesidad de las universidades del siglo XIX y principios del siglo XX por explicar visualmente los complejos temas biológicos y químicos que intentaban enseñar a sus alumnos.
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― En Google Books podemos leer más sobre la misión a Atures del libro escrito por el mismo Alexander von Humboldt y William Macgillivray -desafortunadamente solo lo pude encontrar en inglés-