Theodore Roosevelt, el XXV presidente de los Estados Unidos entre los años 1901 a 1909 tenía una afición sangrienta: matar a decenas de animales exóticos.
La ciudad de Vancouver en Canadá es reconocida por su moderna infraestructura y lujosos rascacielos. No obstante, es su intensa niebla su mejor espectáculo.
En Sigulda, Letonia, tiene lugar uno de los fenómenos naturales más bellos del mundo: los pilares de luz de Sigulda. Enormes columnas de luz producidas por el hielo.
Los bosques de algas gigantescas denominadas laminariales son impresionantes bosques sumergidos en el océano y una de las grandes maravillas terrestres.
Cuando Charles Darwin cruzó los Andes en 1839 se encontró con un fenómeno natural impactante: los hielos penitentes, una fascinante formación de hielo.
Tras la caída de la industria automovilística estadounidense la ciudad de Detroit experimentó un éxodo masivo, prontamente la naturaleza reclamó las casas.