Era relativamente normal en Oriente encontrar templos laminados en oro o completamente cubiertos en gemas. Desafortunadamente, las distintas crisis y guerras llevaron a la desaparición de la gran mayoría, sin embargo, uno ha sobrevivido rampante a la prueba del tiempo: Kinkaku-ji, el Templo del Pabellón Dorado.
El Templo del Pabellón Dorado
Construido en estructura de madera y chapado en laminas de oro puro, durante el siglo XIV en las afueras de lo que hoy es la populosa Kyoto, el mismo tuvo primeramente la finalidad de servir como lugar de retiro al Shogun Ashikaga Yoshimitsu y posteriormente, tras la muerte del Shogun, como templo Zen de los Rinzai.

El Templo del Pabellón Dorado, como es conocido informalmente, al igual que otras grandes obras arquitectónicas a lo largo de la violenta historia por el poder en el Japón, se vio amenazado por varias guerras. Incluso, llegando a ser quemado dos veces durante la Gran Guerra de Ōnin, para luego ser reconstruido gradual y pacientemente. La desgracia recaería sobre el templo en 1950, cuando un monje que sufría de disturbios mentales lo prendiese fuego. Su madre, consternada, cometería el suicidio
-algo que ha traído varias leyendas sobrenaturales a la ya rica mitología que rodea al templo, llegándose a decir que durante ciertas noches invernales es posible escuchar el llanto de la mujer-. La reconstrucción y restauración duraría varias décadas, siendo finalizada recién en 1987.
De tres pisos de altura y rodeado por varios islotes adornados con todo tipo de flores y esculturas budistas, la verdadera belleza del templo se puede observar al atardecer, cuando es completamente reflejado por el estanque verde sobre el que ha sido construido.
Aclaración: Si bien para chapar un adorno en oro se utiliza electromagnetismo, en el caso de Kinkaku-ji el proceso se realizó utilizando relativamente gruesas láminas oro puro y el trabajo de artesanos que adaptaron, utilizando martillos de madera y tacos, dichas láminas a las formas del edificio.
Sripuram
Si bien no es un templo ancestral sino más bien una construcción moderna, el parque espiritual de Sripuram en Thirumalaikodi, sur de la India, posee la estructura de oro más grande del mundo. El templo, además de estar chapado en láminas de oro, posee pequeñas estatuas y artefactos de oro macizo, incluidas enormes coronas de más de un kilogramo. El templo no es específico a una sola religión, y contiene figuras y pasajes tanto budistas como de las religiones cristiana y musulmana entre otras.