Peligro en lo profundo
En el Mar Rojo cerca de Dahab en la península de Sinaí, Egipto, existe una formación que a simple vista, al menos desde la superficie, no resulta muy distinta del entorno que la rodea. Sin embargo, éste aparentemente calmo parche de agua cuya única diferencia con su entorno es un color un poco más oscuro, es en realidad la región de buceo más peligrosa del mundo. La misma es un agujero azul, una intrincada y peligrosa caverna marina, y se trata del punto de buceo más peligroso del mundo: la tumba de Sinaí.
Una traicionera e intrincada caverna vertical de alrededor de 110 metros de profundidad y 40 metros de ancho que ha terminado con la vida de más de 100 buceadores, o al menos eso es lo que dice la lista oficial, extraoficialmente se cree que el número es mucho mayor debido a que varios buceadores, intentando evitar los controles y permisos, se han escabullido dentro del agujero sin previo aviso. Para poder entrar al mismo se requiere de un instructor y guía, y acreditación de tener experiencia previa buceando en al menos 30 metros.
Éstos requerimientos y el hecho de que se puede ingresar al mismo fácilmente desde la costa fueron factores que llevaron a que muchas personas ingresaran a la formación de manera irregular, razón por la cual no se conoce el número exacto de muertes. Para remediar los ingresos irregulares la policia egipcia debió instalar una presencia policial las 24hs.
El motivo por el cual esta formación, un agujero azul, es tan mortífera se debe a su estructura laberíntica, y sus múltiples y oscuros túneles tanto verticales como horizontales casi imposibles de distinguir unos de otros. Uno de éstos, el preferido por los buceadores más veteranos y experimentados, es El Arco un pasaje de unos 26 metros ubicado a 56 metros de profundidad que conecta el interior del agujero azul con el mar abierto.
No obstante, recorrerlo es extremadamente peligroso debido a las corrientes que llegan a través del extremo del pasaje conectado al mar, su ángulo de ingreso y como mencionamos anteriormente la casi total oscuridad que rodea a los buceadores. Este último punto es importante, ya que el agujero presenta una oscuridad singular. Dada su profundidad y topología todo rastro de luz desaparece a menos de 20 metros de la primera caverna.
Espeleo buceo: debido a que los agujeros azules son por lo general intrincados laberintos que se extienden en interminables redes de cavernas, los buceadores que intentan atravesar éstas formaciones deben ser por lo general buzos expertos en espeleo buceo, es decir, buzos entrenados para bucear a través de estrechas cavernas sumergidas: Espeleo buceo, la exploración de estrechas cavidades sumergidas.
En la siguiente imagen vemos el agujero azul de Sinaí desde el aire. Notamos como el mismo es particularmente más oscuro que el agua a su alrededor. Esto se debe a la profundidad dentro del mismo, realmente un laberinto intrincado de roca y agua.
La tumba de Sinaí
La razón por la cual se ha denominado a éste agujero azul como «la tumba de Sinai« es tristemente obvia, el lecho de la formación es un cementerio, y si bien la mayoría de los cuerpos son generalmente recuperados, hay algunas secciones de difícil acceso donde la recuperación de cuerpos es imposible.
Por respeto a la familia del buceador el momento de su muerte fue editado del vídeo, no obstante, sólo podemos imaginar lo desesperante que es estar en dicha situación.
Ocurre entonces un fenómeno similar al camino cercano a la cima del monte Everest, donde los cuerpos de las personas caídas allí son imposibles de recuperar, por lo que quedan como testigos eternos de los peligros del lugar y son, en muchos casos, utilizados como hitos para marcar el camino.
Si bien es común que buceadores altamente experimentados intenten llegar a la parte más profunda del mismo y sus cavernas, factores como la poca luz, la estructura laberíntica y la narcosis de nitrógeno son muchas veces una irremediable combinación de causas que llevan a que incluso expertos sufran accidente fatales.
Cavernas halocinas: si deseas ver otro soprendente y peligroso tipo de buceo a través de cavernas submarinas pues seguir el siguiente enlace: Buceando en cavernas submarinas halocinas.
Ésto quedó documentado en el año 2000 cuando el buceador de fama internacional Yuri Lipski perdió su vida en el fondo de la formación. Lipski poseía una cámara montada en su cabeza, la cual fue recuperada por las personas que retiraron su cuerpo tiempo más tarde. En la filmación pueden verse los últimos minutos de vida del deportista, completamente desorientado y perdido.
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