Televisores soviéticos
Uno de los inventos más llamativos y fuera de lo común que tuvieron lugar en la Unión Soviética y que a su vez que nunca llegaron a popularizarse o hacerse conocidos en Occidente fueron las enormes lentes con las cuales las familias soviéticas cada noche «ampliaban la imagen» de sus televisores. Televisores que, desde 1948 a 1962, contaron con modestas pantallas de 105х140 mm.
Con el desarrollo de los KVN-49 (КВН-49) en 1948 y su posterior producción en masa en 1949, los soviéticos comenzaron a distribuir televisores primero en Moscú y luego, con el pasar de los años, en ciudades cada vez más alejadas de la capital rusa. Si bien el KVN-49 no fue el primer aparato de televisión desarrollado por los soviéticos, con los primeros dispositivos experimentales remontándose a 1934, el KVN-49 fue el primer dispositivo cuyo diseño priorizó la producción en masa.
Los televisores en la Unión Soviética no solo permitían entretener a la población con todo tipo de películas, de hecho la escena más costosa en toda la historia del cine pertenece a una película soviética sobre las campañas de Napoleón en Rusia. Estos además permitían a los líderes del partido diseminar propaganda y mensajes políticos más fácilmente. Por esta razón se priorizó la producción en masa de televisores, y diez años después, en 1956, ya se habían distribuido más de un millón y medio de aparatos de televisión por toda Rusia, Ucrania, Polonia, y las demás repúblicas soviéticas.
No obstante, y si bien en Occidente la tecnología de televisores hogareños continuó evolucionando con el pasar de los años, en la Unión Soviética se continuaron fabricando televisores KVN-49 y sus variantes durante varios años. Si la línea de producción ya existía, para qué reemplazarla si la demanda no estaba determinada por el mercado.
Por otro lado, ya que era el estado el ente que se encargaba de asignar y distribuir los televisores, si comenzaban una línea de producción con mejor tecnología entonces eso significaba que el estado tendría que modernizar los televisores ya distribuidos. Razón por la cual, y si bien existieron modelos modernizados, el KVN-49 se mantuvo durante décadas como el televisor por excelencia de las familias soviéticas.
En total el modelo KVN-49 se fabricó durante más de 20 años siendo su última revisión el modelo KVN-49-4(А), el cual se fabricó hasta 1962 para ser reemplazado por el modelo Record (Рекорд) cuando se modernizaron las fábricas y las líneas de producción.
Curiosidades soviéticas: los antiguos territorios de la ex-Unión Soviética se hallan repletos de curiosidades asombrosas. De museos sumergidos, producto de la destrucción de estatuas, a depósitos con cápsulas espaciales abandonadas.
Lentes de aumento para agrandar la imagen
La falta de modernización y recambio de modelos llevó a que con los años las pantallas de dichos dispositivos palidezcan en calidad y tamaño comparadas a las existentes en televisores occidentales. Por ejemplo, ya hacia mediados de los años cincuenta compañías como RCA, Philco y General Electric habían estandarizado las pantallas de 21 pulgadas diagonales. Una década más tarde la japonesa Sony revolucionaba por completo el mercado de los televisores hogareños miniaturizando los dispositivos e incluso lanzando al mercado televisores portátiles como el TV-8-301, el primer televisor en utilizar exclusivamente transistores.
La respuesta de la Unión Soviética durante varios años fue simplemente agregar un dispositivo extra frente a los televisores de la época. Ni más ni menos que una lente de aumento hecha en plástico, la cual se llenaba con agua destilada o glicol de etileno y permitía, de esta manera, ver una imagen más grande que la ofrecida por la humilde pantalla de 105х140 mm de la familia KVN.