Escalando la rueda de la fortuna de Pripyat, irradiada por Chernobyl

En el pueblo de Pripyat, cercano a la planta nuclear de Chernobyl hay un parque de diversiones abandonado. Varios aventureros trepan actualmente sus juegos.

La rueda de la fortuna de Pripyat, Chernobyl es la postal más reconocible de la tragedia nuclear más espeluznante del siglo XX, un remanente oxidado, y en constante deterioro que ha sido testigo mudo e imagen emblemática de uno de los mayores desastres ecológicos en la historia de la humanidad, por supuesto, esto hace para mucho aventuraros que la misma sea una meta difícil de rechazar.

Cabe aclarar que Pripyat, donde se encuentra la rueda, es una pequeña ciudad del raión de Chernobyl (un raión es una subdivisón administrativa ucraniana, y en el raión de Chernobyl se encuentran tanto la planta, la ciudad del mismo nombre y Pripyat). Es muy común confundir ambas, sobre todo en las comunidades que no tienen el ruso o el ucraniano como su lengua nativa.

La escalera de ascenso a la rueda:

Escalando la Rueda de la fortuna de Pripyat, cercana a Chernobyl.
Escalando la Rueda de la fortuna de Chernobyl.

El parque de diversiones había sido construido por la Unión Soviética para el pueblo circundante. Tras el accidente en la planta nuclear se volvió en uno de los lugares más contaminados de los alrededores a la planta cercanos al pueblo debido a su gran cantidad de estructuras metálicas expuestas.

Al día de hoy se ha comercializado y existen varios tours guiados por el parque, aunque la actividad de los escaladores es considerada como ilegal por las autoridades. Esto se debe a que muchas de los edificios y atracciones del parque han sido irreparablemente irradiadas.

Como vemos en las secuencias de imágenes la rueda del parque y los otros juegos hallados en el mismo son de hierro y acero, por lo que presentan grandes cantidades de radiación absorbida tras el desastre nuclear que tuvo lugar durante la década de 1980 en la cercana planta nuclear de Chernobyl.

En efecto, si bien técnicamente explorar tanto los edificios como la planta y el parque está prohibido, y hay fuertes multas, no hay prácticamente nadie que vigile regularmente dichas áreas. Pripyat es un pueblo fantasma, completamente abandonado más allá de las ocasionales visitas de grupos de turistas y sus guías.

Por esta razón no es raro ver que exploradores urbanos, sin mucha preocupación sobre su salud ya que por el contrario no lo harían, se largan a explorar los edificios y estructuras abandonadas desparramadas por toda la ciudad, sus bosques y alrededores.

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