
Gigantopithecus blacki, el primate más grande de la historia
El Gigantopithecus, un monumental simio de 3 metros y 550 kilogramos.
Revista y recopilación de artículos relacionados a las varias curiosidades y fenómenos aombrosos y maravillosos que nos sorprenden día a día.
El Gigantopithecus, un monumental simio de 3 metros y 550 kilogramos.
Los biciclos eran esas bicicletas con una rueda enorme adelante y una pequeña rueda atrás. Accidentarse en las mismas era extremadamente común y peligroso.
Los Stilyagi eran jóvenes rusos quienes durante su servicio militar vieron las modas occidentales e iniciaron así su propio estilo para desafiar al Kremlin.
A principios del siglo XX las agencias de inteligencia del mundo comenzaron a estudiar la telepatía. El Dr. Krall intentó comprobar si el ser humano podía y los perros eran compatibles.
La siguiente es una impactante reconstrucción el histórico hundimiento del Titanic completamente en tiempo real, desde la colisión hasta el hundimiento.
Ve en este video como los operarios veteranos de los equipos de maquinarias de la construcción, utilizan su experiencia para escalar una torre.
La Antártida, el continente blanco, tiene su propia moneda. Los dólares antárticos, los cuales se han convertido en un buscado ítem de colección.
En el siglo XIX el inventor Gustav Zander creó estrambóticas máquinas de gimnasio que sentaron el precedente para los gimnasios mecanizados modernos.
Claude fue una mujer francesa del siglo XV que, tras la muerte de la heronia histórica, logró convencer a la población francesa de ser Juana de Arco.
Antes del teléfono los mensajes viajaban a la velocidad del caballo o del barco. No obstante, varias culturas intentaron enviar mensajes rápidos con la tecnología que tenían a mano.
Los guerreros rajput utilizaron una cruel trampa para evitar que los ataquen los elefantes de sus enemigos: disfrazar a sus caballos de elefantes bebes.
En el siglo XV Johannes Trithemius escribió un libro sobre "magia". No obstante, el mismo era en realidad la obra pionera sobre encriptación estenográfica.
En Baikonur durante las noches extrañas luces producidas por los cohetes surcan y cubren los cielos oscuros entre el frío polar y las estrellas.