Quién diría que la burocracia dejaría semejante huella en la historia, pero así fue. Ni un emperador, ni un rey ni siquiera un profeta. Kushin (Kushim, o Kushi’n. La m técnicamente debe pronunciarse de manera corta ), fue la primera persona nombrada en la Historia. Es decir, la persona con nombre más antigua que se conoce, y este era un simple y humilde escriba-contador sumerio cuya vida transcurrió en la ciudad de Uruk hace unos 5400 años, casi unos mil años antes de que Gilgamesh, posiblemente un rey, se convirtiese en leyenda gracias a las épicas escritas en su honor (y su existencia como persona física aun está en duda). No obstante, no hay duda alguna de nuestro laborioso escriba, quien trabajaba en una cervecería llevando registro del inventario y producción.
Es así que en una de las tabletas de la Colección Erlenmeyer, nombrada de esta manera debido a una arcaica nomenclatura imperialista donde las colecciones y objetos de valor cultural se nombran en base a su último comprador, se encuentra una tableta de arcilla con el registro de la cantidad de cebada recibida durante los últimos 37 meses por una cervecería sumeria que existió hace aproximadamente 3500 años.
Esta cervecería, que recibió exactamente 29.086 medidas de cebada para la producción de cerveza según nos informa la tableta anteriormente mencionada, era controlada por un escribano llamado Kushin, quien firmó la tableta con su nombre asegurando así que la cantidad detallada era la correcta.
La cerveza era en efecto muy importante para los sumerios. Primeramente producida por las sacerdotisas de Ninkasi (siendo Ninkasi la diosa de la fermentación que le regaló la cerveza a los humanos para que estén alegres), luego su producción se comercializaría aunque siempre siempre regulada por el templo. De aquí es que escribas como Kushin debieran presentar las tabletas con la producción realizada para así llevar un control de la misma.
La bebida solía venderse en jarras por silas (unos 900 ml en medidas actuales) y era consumida tanto por adultos como por niños, aunque en menor medida. Era de hecho considerada como más segura que el agua ya que debido que el contenido alcohólico limitaba la cantidad de bacterias y microbios.
Una tradición de dejar registro
Los sumerios y los babilonios, quienes eran realmente una continuación de Sumeria, ya que Babilonia fue establecida por los Acadios tras que estos conquistaran Sumeria, fueron dos sociedades fascinantes, no sólo por sus logros y proezas (su sistema numeral nos influencia aun en cada momento), sino porque, a diferencia de sus civilizaciones contemporáneas e incluso civilizaciones muy posteriores, la escritura era algo muy común entre los sumerios de todas las clases, por lo que tenemos un conocimiento y legado amplio no sólo de su aristocracia y filósofos, sino que además de la gente común. Como por ejemplo desde anuncios de trabajo hasta denuncias por estafa a ciertos comerciantes, como relata esta tableta babilónica:
Para Ea-nasir de Nanni
Cuando habías venido, me habías dicho lo siguiente: «Le daré a Gimil-Sin lingotes de cobre de buena calidad.» Sin embargo, tras marcharte no me has dado lo que me habías promedio. Has puesto lingotes que no eran de buena calidad ante Sit-Sin [su mensajero] y le replicaste: «Si los quieres agárralos, agárralos; si no los quieres, vete ya».
¿Por qué me estás tomando?, ¿por qué tratas a alguien como yo de tan mala manera?. Te he enviado a mis mensajeros, caballeros como nosotros, a recoger mi dinero pero tu los has tratado de mala manera enviándolos de vuelta con las manos vacías en repetidas oportunidades, incluso cuando debieron cruzar territorio enemigo. ¿Hay alguien entre los mercaderes que negociaron con Telmun, sólo alguien que me tratase de esta manera?. Solamente tú me has tratado de mala manera! […]
Cómo me has tratado por ese cobre. Has retenido mi bolsa de dinero en territorio enemigo; es ahora tu tarea el devolverme la totalidad de mi oro.
Sabe que de ahora en más no aceptaré más cobre que venga de ti que no sea de alta calidad. Deberé de ahora en más seleccionar los lingotes individualmente en mi propiedad, y podré ejercer contra ti mi derecho de rechazar lo que quiera porque me has tratado de mala manera.
Desafortundamente, nunca sabremos si Ea-nasir le pagó su deuda a Nanni.
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