Corría el año 1949, y a la alcaldía de Fort Lauderdale, Estados Unids, se le ocurriría elevar la imaginación y la felicidad de los niños a alturas inimaginables al presentarles un Santa Claus caído del cielo.
![Fotografía de Santa Claus en problemas.](https://i0.wp.com/www.anfrix.com/wp-content/uploads/2019/08/Santa-Claus-paracaidista.jpg?resize=720%2C1185&ssl=1)
Caído del cielo literalmente, ya que esta sería la tarea del paracaidista Robert Niles, quien tras caer en un campo deportivo local, lleno de niños, comenzaría a repartir regalos. Sin embargo, y con un infortunio extremo y sin igual, nada salió como estaba planeado por las autoridades, quienes esperaban brindar a sus ciudadanos un espectáculo y experiencia sin igual pero terminaron traumatizando a los niños, y el pobre Santa Claus quedó enredado en una serie doble de líneas de poder.
Tras varios minutos de estar colgado, bajo el riesgo incluso de quedar electrocutado, y ante los gritos de histeria de la muchedumbre quienes no podían creer lo que estaba ocurriendo e incluso hasta temían por la vida del infortunado Santa Claus, llegó tanto la policía y los bomberos para intentar rescatarlo. Tarea que, como ya hemos mencionado, no fue para nada simple o fácil.
Los intentos de rescate llevaron un tiempo relativamente prolongado, ya que se debió cortar la energía eléctrica al área entera y además asegurarse de que el abultado traje de Santa Claus, el cual tenía relleno para simular los kilos de más del hombre del polo norte, no se zafara y propinara al paracaidista al vacío.
Al ser rescatado por los bomberos, Niles perdió su barba y su peluca, los niños que aun quedaban viendo el espectáculo quedaron horrorizados y prontamente un coro de llantos al unisono comenzó a escucharse. El hecho fue llamado por la prensa como «El Fiasco de Navidad,» resultando en un duro golpe a la reputación de Joe N. Morris, alcalde de Fort Lauderdale sobre quien recayó gran parte de la culpa.
Ciertamente, y si bien esto casi le cuesta su carrera política al Joe N. Morris, el episodio fue una tragedia que terminó con suerte. A pesar de varios niños traumatizados, al menos no hubo ninguna victima y con los años el suceso comenzó a ser recordado con un tono humorístico.
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