El matemático obsesionado con mover el planeta tierra de orbita

Corría el siglo XVII y un hombre se atrevió a pensar en grande. Tan grande que su plan era literalmente cambiar la orbita terrestre.

Intentando sacar a la tierra de su órbita

Christopher Grienberg, matemático y astrónomo enrolado en la orden jesuita, fue un excéntrico científico quien a principios del siglo XVII se tomara el trabajo, de calcular seriamente, con base en cálculos matemáticos y principios de la física, cuánta fuerza sería necesaria para sacar a la Tierra de su órbita.

Imagen de una hoja con los cálculos de Cálculos de Grienberg.
Cálculos de Grienberg sobre la masa de los distintos metales. Posteriormente en su vida utilizaría éstos cálculos para establecer el peso de la Tierra.

Tras finalizar sus estudios Grienberger, quien era, al menos secretamente, partidario de las teorías de Galileo, debería trabajar como asesor y editor de varias de las obras producidas por astrónomos y matemáticos afiliados a la orden Jesuita. Si bien durante su vida no publicaría muchas obras propias, su trabajo e ideas serían reflejadas en varias de las obras, muchas de estas clave en su campo, de la astronomía matemática primitiva.

Su trabajo, por otra parte, le daba los recursos, el tiempo libre y la libertad mental necesarios, así como el contacto fluido con otras grandes mentes las cuales retroalimentaban ideas y teorías con el soñador astrónomo, para embarcarse en proyectos científicos que, de otra manera, le hubiesen resultado imposibles debido tanto a una cuestión de tiempo como de fondos disponibles.

Uno de estos proyectos sería su obsesión con calcular la fuerza y la metodología necesarias para mover a la Tierra de su órbita. Proyecto en el que trabajaría durante décadas y en el cual, intentaría involucrar a astrónomos, algunos de la talla de Mario Bettinus, en su proyecto.

Si bien en un principio creería que esto podría ser posible. Con el tiempo, y sobre todo cuando empezara a realizar seriamente su investigación, llegaría a la conclusión de que esto sería imposible -algo lógico en la actualidad, no así en su época, donde las noticias de nuevas maquinarias inventadas por los renacentistas y nuevos elementos de propiedades asombrosas traídos desde el Nuevo Mundo estaban a la orden del día-.

Si bien, en vano, son los grandes soñadores los que traen cambios a nuestro mundo.

Imagen de algunos de los planos de Grienberg
Grienberger construiría infinidad de modelos a escala. En el aquí ilustrado, una Tierra de oro de varios Talentos podía ser levantada con el peso de un solo Talento y una serie de ruedas.

Más sobre mega-ingeniería

El Proyecto Atlantropa y la mega-ingeniería