El Símbolo Internacional de Radiactividad fue variando y «mutando» con el pasar de los años. Esto, curiosamente, fue producto de la gran cantidad de «peleas» entre los científicos de varios laboratorios por dilucidar cuál era la «configuración más comunicativa del peligro».
Una de las más antiguas representaciones, podemos observar los rayos en forma de «relámpagos» saliendo del átomo.
Gracias a una carta fechada en el año 1952 de Nels Garden, jefe del «Health Chemistry Group» en el «University of California Radiation Laboratory», sabemos que el símbolo nació una noche de 1946 cuando un pequeño grupo de ingenieros de dicho laboratorio debatía sobre cuál podría ser una correcta señalización del peligro que representaban los materiales radiactivos. De los varios bosquejos dibujados sería un círculo, representando un átomo, y tres líneas, representando rayos, el elegido como «comunicador del peligro» -según las palabras de Nels-.
Vemos un detalle particular de su diseño que es la simpleza geométrica y las áreas que no se intercalan. Esto tiene un propósito en particular, el cual es facilitar la creación de esténciles.
Sin embargo, este primer símbolo era muy diferente del que conocemos hoy en día. Primeramente los colores eran magenta, para el logo, y azul para el fondo. Estos colores no fueron seleccionados con base en gustos estéticos sino que, de manera interesante, a su costo.
El color magenta era, por aquella época, un pigmento extremadamente costoso, por lo que muy pocos, o mejor dicho ningún, símbolo lo utilizaba. Así mismo, el color azul del fondo, estadísticamente era uno de los colores menos presentes en los lugares que se trabajaba con materiales radiactivos. Gracias a esta configuración de colores se lograba darle una exclusividad visual por sobre los demás símbolos.
No obstante, los técnicos e ingenieros del Oak Ridge National Lab (1948) comenzaron a quejarse fuertemente de que el fondo azul no hacía muy notable al símbolo en los carteles ubicados al aire libre, por lo que unilateralmente decidieron cambiar el color de fondo al amarillo. Ante esto, Garden, puso el grito en el cielo comentando que «el amarillo es un color tan presente en los laboratorios que hará que el símbolo pase desapercibido», por lo que propuso insertarle líneas diagonales de color blanco que salieran desde el centro.
Una gran puja comenzó entre los científicos al punto que la Agencia Reguladora en asuntos nucleares debió intervenir encargándole a Bill Ray y George Warlick, diseñadores de la K.Z. Morgan, que diseñaran un símbolo «eficaz y eficiente».
Viajando por los distintos laboratorios los diseñadores gráficos estudiaron los colores utilizados y, tras una gran cantidad de pruebas en interiores y exteriores, decidieron que el magenta sobre fondo amarillo sería la mejor combinación.
De todas maneras varios detalles en el símbolo variarían de laboratorio en laboratorio, algunos presentando los rayos curvados, otros con cuatro rayos y otros incluso mostrando solo rayos semejantes a «relámpagos». Sería entonces la ANSI la que obligara por ley a utilizar el símbolo conocido hoy en día como estándar para todos los laboratorios.
Sobre símbolos y radiactividad
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― El significado del símbolo de radioactividad
― El Símbolo Internacional de la Radioactividad
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