Los extraños vehículos diseñados para animales e insectos

Los vehículos para animales son algo asombroso. Vehículos diseñados desde cero para ayudar a distintas especies a movilizarse por el mundo.

Vehículos para animales

¿Existen los vehículos para animales?, y no nos referimos a simplemente vehículos utilizados por seres humanos en los cuales se sube un animal. La pregunta es si existen vehículos diseñados desde cero para ser utilizados por animales, completamente funcionales a su anatomía y su naturaleza. La respuesta es afirmativa, y los mismos son realmente asombrosos.

A continuación veremos algunos de los vehículos para animales más extraños alguna vez creados.

El Terranauta

Ya era hora de que los peces abandonen las profundidades acuáticas y exploren tierra firme. Podemos imaginar al Terranauta como lo inverso a un submarino. Un vehículo, que aunque simple, le permite a un pez dorado explorar un territorio que por el contrario sería mortal a su naturaleza.

El sistema es muy simple, consta de una pecera la cual tiene una cámara que registra los movimientos del pez. Esta pecera, a su vez, está enganchada a una estructura con ruedas y un pequeño motor. Es gracias a un sistema, medianamente simple, de interpretación de las imágenes recibidas por la cámara que un microchip traduce los movimientos del pez convirtiéndolos en órdenes para las ruedas del Terrranauta.

De esta manera el aparato se mueve según los deseos del pez. Un pequeño aleteo para el pez, un gran envión para los peces. El Terranauta puede verse tanto como un proyecto de ciencia e ingeniería como un proyecto artístico, una mirada singular a los submarinos y la exploración a través de una visión creativa y humorística de los mismos.

Fotografía del terranauta.
Fotografía del terranauta.

Vehículo controlado por una cucaracha

El siguiente no es apto para las personas que sientan asco hacia los insectos. El sistema es simple, un trackball modificado -es decir uno de esos ratones para diseño gráfico en los que el puntero se maneja haciendo girar una bola con los dedos- el cual traduce la señal de la presión producida por las múltiples patas de una cucaracha en movimiento.

Posteriormente el creador del vehículo lo amplió con un sistema de sensores fotosensibles mucho más avanzados basados en LEDs. La bola del trackball se mantuvo para así darle a la cucaracha una especie de cinta sin fin sobre la cual sienta que está caminando en una dirección determinada.

Así, y gracias al ingenio del constructor una cucaracha podrá deambular por el mundo al mejor estilo monster truck texano.


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