Las Valquirias, las guerreras vikingas de la mitología nórdica

J.R.R. Tolkien se inspiró en dos valquirias de la mitología nórdica para crear uno de los personajes más importantes de la saga del Señor de los Anillos.

Las valquirias

En la gran obra de fantasía del siglo XX, el Señor de los Anillos, encontramos a un particular personaje la cual estaba inspirada en uno de los elementos de las Sagas Nórdicas -tengamos en cuenta que las Sagas Nórdicas eran más que nada historias reales embelesadas con narrativa poética. Por lo tanto los eventos y conceptos que encontramos en estas son utilizados por los historiadores como puentes históricos a la sociedad vikinga-. Dicho personaje era una mujer guerrera, la cual curiosamente no salió por completo de la imaginación de J.R.R. Tolkien sino que estuvo basada tanto en mitos nórdicos como por ejemplo las valquirias como así también en figuras históricas de carne y hueso.

Skjoldmø, las vírgenes del escudo

Estamos hablando nada más y nada menos que de Éowyn, la joven mujer que deseaba luchar por su pueblo y quien además pretendía el corazón de Aragorn. Para crear a este personaje Tolkien se inspiró en gran medida en las Skjoldmø, cuya traducción literal es «virgen del escudo» y la traducción más correcta es «mujer guerrera».

Pintura titulada La muerte de Hervor, por Peter Nicolai Arbo. Uno de los mejores ejemplos artísticos del concepto de las valquirias y las vírgenes del escudo:

Pintura de la muerte de Hervor.

Según las Eddas, cuando la mujer vikinga se convertía en mujer podía elegir dos caminos: convertirse en mujer de familia y encargarse de ser la que controlara las provisiones de la casa familiar para el invierno -debemos tener en cuenta que los inviernos eran tan severos que esta era una tarea de vital importancia- o, si no le quedaba otra opción, convertirse en una guerra, es decir, en una Skjoldmø.

De aquí la denominación «virgen del escudo», ya que esta mujer no formaba una familia y dedicaba su vida a cortar cabezas y arrasar poblados enemigos. Con el tiempo estas guerreras fueron endiosadas y pasaron a ser representadas en las Valquirias, las demi-diosas guerreras.

Fue así que a partir de las características de dos de estas guerreras Tolkien obtuvo su inspiración para escribir al personaje de Éowyn. Estas fueron Hervor, heroína de la Hervaar Saga, y de Brynhild (Brunilda en español), la heroína de la trágica Völsunga saga.

La continuación del Señor de los Anillos: como mencionamos al principio de este artículo Tolkien se inspiró mucho en la mitología nórdica para crear su obra, sobre todo en el Mabinogión y el Kalevala. No obstante, un detalle menos conocido en la actualidad es que antes de su muerte el escritor británico planeó continuar su obra maestra con una nueva trilogía a la cual iba a llamar La Nueva Sombra. Puedes leer más al respecto en el siguiente artículo: La continuación inconclusa del Señor de los Anillos.

Éowyn, no obstante, corrió mejor fortuna que las dos guerreras anteriormente mencionadas, ya que tanto Hervor como Brunilda corrieron finales extremadamente trágicos, falleciendo ambas en batalla.

Si bien Hervor, Brunilda y Éowyn fueron personajes de ficción, existe evidencia arqueológica de que muchas mujeres se convirtieron de hecho en vírgenes del escudo, llegando a pelear en importantes batallas. Como vemos, la realidad supera nuevamente a la ficción.

Piratas vikingas

Además de las vírgenes del escudo muchas mujeres escandinavas se dedicaron a la piratería, un oficio ciertamente peligroso y físicamente demandante. En efecto la piratería era una práctica muy común en las sociedades nórdicas, y durante la era vikinga llegó a ser la mayor fuente de ingresos de dicha región. A diferencia de los piratas caribeños del siglo XVIII, el blanco principal de los piratas vikingos eran los pueblos costeros y ribereños de Europa continental, generalmente atacando pueblos indefensos y monasterios con una brutalidad extrema.

Anne Boony: durante el siglo XVIII existió en las Bahamas una mujer que no solo se convertiría en pirata, sino que llegaría a comandar su propio navío pirata. Puedes leer más al respecto en el siguiente artículo: Anne Bonny, la mujer pirata.


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