El duro y helado trabajo de los bomberos de Chicago durante el invierno

En el noreste de los Estados Unidos en el invierno los bomberos no solo deben luchar contra el fuego. El congelamiento del agua que arrojan es toda una amenaza en si misma.

Las heladas en los Grandes Lagos

En la zona de los Grandes Lagos, es decir en el noreste de los Estados Unidos y el sudeste de Canadá, se pueden experimentar algunos de los inviernos más cruentos del mundo. Con temperaturas que normalmente llegan a los -8ºC y picos de baja temperatura que pueden llegar a los -15ºC, todo empeora aun más cuando consideramos que la región es regularmente azotada por vórtices polares.

Mapa del noroeste de los Estados Unidos.
Mapa del noroeste de los Estados Unidos. En el mapa aparece señalada la ciudad de Chicago.

En la ciudad de Chicago, ubicada en el estado de Illinois, la situación es aun peor, ya que la misma fue construida sobre un pantano, y para colmo de males, directamente sobre las costas del gigantesco lago Michigan (el segundo en volumen de agua de los Grandes Lagos). En los albores de la historia de la ciudad esta fue una ubicación muy conveniente, ya que el lago Michigan permitía comerciar fácilmente con el resto de las ciudades del noroeste de los Estados Unidos y el sudeste de Canadá y a su vez permitía transportar por agua de manera económica a cientos de miles de personas al año así como toneladas de materiales para la construcción y la industria.

Si bien como hemos mencionado esta ubicación tenía sus ventajas, a su vez acarreaba serías desventajas. Desde los inicios de la ciudad el suelo pantanoso llevó a que la misma se inunde constantemente, razón por la cual se requirió de un esfuerzo monumental de la ingeniería del siglo XIX para elevar mecánicamente a todos sus edificios. Hemos hablado de esto en el pasado en el artículo sobre La elevación de la ciudad de Chicago en el siglo XIX.

Fotografía de un bombero con su casco congelado.
Además de los trajes de bombero, es común que los bomberos en dichas ciudades vistan trajes de neopreno. Esta fotografía en particular muestra al bombero Bobby Lehman durante las heladas de enero del 2018.

El duro trabajo de los bomberos de Chicago

Todo lo anterior nos lleva al duro trabajo de los bomberos del noreste de los Estados Unidos. Una tarea de proporciones épicas, en las cuales estos deben enfrentarse a temperaturas bajo cero extremas donde el vapor y el rocío del agua a presión arrojada por sus mangueras termina convirtiendo el lugar siniestrado por el incendio e una verdadera tierra helada.

Si bien como mencionamos anteriormente esto es muy común en Chicago, también puede observarse en menor medida e intensidad en las ciudades de Cleveland, Toronto, Buffalo e incluso, aunque mucho más al este, en ciudades como Nueva York y Boston. Esto ocurre sobre todo en la costa de Boston y en regiones como la pequeña península de Nahant (cercana a Boston). La fotografía anterior muestra al bombero Bobby Lehman de Nahant durante las heladas de principios del 2018.

Fotografía de dos bomberos apagando un invendio durante el invierno.
Bomberos de Chicago intentado apagar un incendio en un depósito en el lado sur de la ciudad durante la helada del año 2013.
Bombero de chicago en el invierno.
Bombero del departamento de Chicago inspeccionando los restos congelados de un incendio durante la helada del año 2013.

Los trajes de neopreno debajo del traje de bombero son prácticamente un requerimiento para estos servidores públicos, ya que el agua arrojada sobre la zona del incendio, e inevitablemente sobre si mismos, comienza a congelarse en cuestión de minutos. El vapor y el rocío del agua, a su vez, terminan congelando la zona entera.

Bombero de chicago en el invierno.
Incluso los mismos camiones de los bomberos quedan completamente congelados. En la fotografía vemos a un grupo de bomberos intento remover las herramientas pegadas por el hielo a su camión durante la helada del año 1980.

Según Jack Nagel, jefe de bomberos del cuarto distrito de la ciudad, el traje, el casco, los guantes, las herramientas y los equipos que llevan consigo los bomberos de Chicago suman alrededor de 34 kilogramos. A esto debe agregarse el peso extra del hielo que se forma sobre sus trajes y cascos.

Nota: una de las ventajas de la nieve y el frío es que esto previene que el fuego se expanda de manera descontrolada. El ejemplo inverso son los bosques secos durante las olas de calor, donde los fuegos se extienden de manera descontrolada. Puedes ver un ejemplo de esto en el siguiente artículo: El impresionante escape del centro de un incendio forestal.

El mayor peligro es la hipotermia y el congelamiento de sus extremidades, por lo que los bomberos de la ciudad funcionan de manera distinta a los bomberos de otras ciudades: a todos los incendios cada camión siempre lleva detrás a otro camión de bomberos extra. Dicho camión extra y los bomberos que este transporta no entran en acción de manera inmediata, sino que esperan a que el primer camión actué y luego rotan con estos, cubriéndose así en turnos rotativos cortos para evitar de esta manera el congelamiento de las extremidades y la hipotermia.

Fotografía de una boca de agua congelada.
Suministro municipal de agua a presión.

Otro de los problemas con los que se enfrentan estos servidores públicos es que muchas veces las mismas mangueras se congelan, por lo que no pueden ser enrolladas de manera normal y deben ser transportadas de vuelta al cuartel sobre el techo del camión de bomberos.

Bombero de Chicago en el invierno.
Bombero de Chicago en el invierno. Su equipo está semi-congelado.

Un problema de larga data

Este problema es histórico en la ciudad de Chicago y sus alrededores. Si bien el trabajo de los bomberos actuales es muy meritorio, solo debemos imaginar la dificultad y peligrosidad del trabajo de los bomberos de antaño. Sin trajes completamente impermeables, sin neopreno y sin las comodidades tecnológicas actuales. Incluso, si vamos más atrás en el tiempo, los camiones de bomberos no existían, y se debían utilizar carros tirados por caballos.

Fotografía de bomberos congelados. Bomberos en invierno.
Bomberos en invierno. Segunda mitad del siglo XX durante tiempos invernales.
Fotografía de un bombero antiguo.
Fotografía de un bombero del área de Nueva York / Boston posando frente a su camión completamente congelado.

El fuego más voraz

Los fuegos regulares son ya de por si algo terrorífico, no obstante, existen substancias altamente inflamables que convierten al fuego en algo incluso todavía más voraz y destructivo. Un ejemplo de esto es el incendio que tuvo lugar en un almacén militar ruso con combustible para cohetes en la década de 1970, quizás uno de los fuegos más voraces y destructivos en la historia, al punto que llego a «derretir los ladrillos» del fuerte en el cual el combustible había sido depositado.