Cómo la armada sueca camufló sus barcos para que parezcan islas

Durante la Segunda Guerra Mundial la armada sueca camufló sus navíos de la manera más creativa posibles: convirtiéndolos en islas.

Durante la Segunda Guerra y a pesar de haberse declarado como un país neutral e incluso suministrar con hierro a Alemania, el gobierno y la población de Suecia vivió con el temor constante y latente de una invasión Nazi a gran escala.

Ocultando embarcaciones como los vikingos de antaño

Es por esto que en secreto comenzaron a esconder recursos tanto productivos como militares por todo el país con la intención de limitar severamente el uso que los alemanes pudiesen darle a sus botines de guerra. De estos recursos los buques de guerra eran uno de los más preciados por los alemanes. Razón por la cual que se traería del pasado una solución tan simple como efectiva para esconderlos.

Fotografía de la segunda guerra con un barco camuflado.
Camuflando un navío sueco como una isla.

De todas las embarcaciones que la armada sueca poseía era el crucero Tre Kronor(tres coronas) el más importante y preciado de todos ya que poseía una capacidad ofensiva gracias a sus 6 torpederas de 253mm y de soporte gracias a sus 7 cañones de 152mm. Su construcción fue parcialmente finalizada en 1944, y era el único crucero de la moderna clase Tre Kronor que pudo ser finalizado a tiempo durante el período de guerra debido a los problemas de suministros y recursos que la guerra en si misma presentaba.

Un segundo crucero de esta clase, el Göta Lejon (león gótico), se encontraba en un avanzado estado de construcción pero no lo suficientemente como para abandonar el dique seco. Si bien en un principio se había planeado construir una flota numerosa, la falta de recursos y ciertos eventos, como la rendición de los Países Bajos donde se estaba produciendo el armamento principal del buque, limitaron fuertemente el nivel de producción.

Tre Kronor debía ser protegido, era el buque más importante y moderno de toda la armada sueca y ciertamente eso lo hacía un blanco de importancia. Es así que se lo convirtió en una «isla» utilizando una técnica empleada por los vikingos en el pasado: cubrir la embarcación con redes y llenar las redes de ramas y hojas.

Los vikingos eran grandes exploradores y a su vez piratas, y muchas veces debían ocultar sus embarcaciones cuando atacaban pequeños poblados por sus vienes y recursos.

Fotografía de la segunda guerra con un barco camuflado.
Coloreo digital de la nave clase Tre Kronor camuflada para parecer parte de una isla.

Por fortuna nunca debieron probar la efectividad de su estrategia ya que el monstruo del nazismo cayó un año más tarde durante el V-E Day terminando así la guerra en Europa. No obstante, este novedoso, al menos para la época, método para ocultar barcos se continuó utilizando durante varias décadas.

Con las llegada de las tecnologías y equipos de imágenes térmicas y eléctricas, un simple camuflaje de tela dejó de ser eficiente. No obstante, los gobiernos suecos y noruegos desarrollaron cobertores especiales que, ingeniosamente, logran ocultar el barbo también de la sagaz mirada de los más modernos y sofisticados equipos de imagen y detección térmica utilizados por las potencias militares del presente.

Fotografía de la segunda guerra con un barco camuflado.
Contraste de la nave de la clase Tre Kronor camuflada para parecer parte de una isla y la isla sobre la cual fue anclada.

Una tradición vikinga

Esconder las embarcaciones haciéndolas pasar como parte de la geografía no era nada nuevo. De hecho es una práctica que se remonta a la época de los vikingos. Estos, durante sus expediciones solían dejar sus barcos cerca de la costa y cubrirlos con ramas y hojas. De hecho, no solo Suecia camuflaba sus embarcaciones de esta manera, todos los países nórdicos lo hacían:

Fotografía de la segunda guerra con un barco camuflado.
Embarcación perteneciente a la marina de Finlandia Väinämöinen en julo de 1944.
Fotografía de la segunda guerra con un barco camuflado.
Embarcación noruega Hauk en 1989.