Durante la Segunda Guerra Mundial una compaÑía de soldados polacos halló un osezno sin madre. Lo llamaron Wojtek, y al crecer se convirtió en un soldado más cargando obuses de artillería de aquí para allá.
Durante la desesperación de la segunda guerra el ejército rojo recluto mujeres como francotiradoras. Estas probarían ser mortalmente efectivas en batalla.