Al terminar la Segunda Guerra la aviación Unión Soviética estaba muy relegada comparada con la occidental. Todo cambió con el desarrollo del mítico MiG-25.
Para probar los límites de velocidad terrestre la NASA construyó el vehículo de tierra más rápido de la historia. Un maglev capaz de alcanzar 10.325 km/h.
Isaac Caldiero hizo historia al convertirse en el primero en vencer a una de las competiciones físicas más demandantes del mundo, el famoso Ninja Warrior.
Paul Stapp fue un cirujano que donó, en vida, su cuerpo a la ciencia para determinar los efectos de la desaceleración y la velocidad en el cuerpo humano.