
Recorriendo Namie, la ciudad fantasma de la planta nuclear de Fukushima
Namie, la ciudad cercana a la planta nuclear de Fukushima, se convirtió en una ciudad fantasma tras la tragedia. Hoy la podemos recorrer de manera virtual.
Namie, la ciudad cercana a la planta nuclear de Fukushima, se convirtió en una ciudad fantasma tras la tragedia. Hoy la podemos recorrer de manera virtual.
En el pueblo de Pripyat, cercano a la planta nuclear de Chernobyl hay un parque de diversiones abandonado. Varios aventureros trepan actualmente sus juegos.
Los Lugares congelados en el tiempo son lugares que fueron cerrados al público durante décadas, y así se convirtieron en verdaderas cápsulas del tiempo.
Debajo de las bellas e impresionantes cataratas del Niágara existe una centenaria planta de energía la Ontario Generating Station.
En el cementerio belga de Brugge existe una particular estatua-lápida cuya cara fue borrada con el paso del tiempo: la escalofriante tumba sin rostro.
Tras la caída de la industria automovilística estadounidense la ciudad de Detroit experimentó un éxodo masivo, prontamente la naturaleza reclamó las casas.
Las tumbas en Licia son tumbas de la antigua cultura griega talladas en la cara de la montaña misma. Una de las maravillas del mundo antiguo.
La iglesia de San Juan de Parhicutini, ubicada en el estado de Michoacán, es algo asombroso. Una iglesia que quedó enterrada en lava tras una erupción.
En la década de 1970 un accidente en un fuerte soviético en la cual se almacenaba combustible hipergólico hizo que se derritan y vitrifiquen los ladrillos.
En 1991 varios años después de la catástrofe de Chernobyl un grupo de valientes investigadores ingresó interior de Chernobyl y llegar hasta el reactor.
Debido al mal manejo ecológico del mar Aral, gran parte del mismo se ha secado, dejando un desierto y exponiendo los barcos previamente hundidos.
En la a bahia de Nouadhibou, en Mauritania existe uno de los lugares visualmente más espectaculares de la tierra. El mayor cementerio de barcos del mundo.
Slyudorudnik es una mina abandonada en los Urales dentro de la cual intrincadas formaciones de cristales la convierten en un paisaje digno de la fantasía.