El Canal de Corinto, la obra de ingeniería que cortó a un país en dos

El Canal de Corinto fue una de las obras más grandes y más largas de le ingeniería civil, la cual separó a Grecia en dos entre el Peloponeso y la Hélade.

El Canal de Corinto

El Canal de Corinto es quizás una de las obras de ingeniería civil más espectaculares en el mundo, no solo por su belleza y tamaño sino además por su impresionante y milenaria historia. El mismo es un canal excavado sobre la roca del istmo de Corinto a finales del siglo XIX, y cuenta con una altura de más de 40 metros y una extensión de 6,3 kilómetros de largo debido a lo cual logra cortar efectivamente a un país en dos al separar a la región griega del Peloponeso de la Hélade -la Grecia continental-.

El Argos de Jasón y los Argonautas navegando por el Canal de Corinto.
Vemos como la reconstrucción del Argos, una nave de 28,5 metros de eslora, parece ser pequeña en comparación a las paredes del Canal de Corinto.

Desde el momento de haber sido finalizado y abierto al público en 1983, el Canal de Corinto tuvo un impacto cultural muy grande en la región, y en el mismo se han realizado todo tipo de eventos y acrobacias. Desde el ser atravesado por una reconstrucción moderna del mítico Argos, navío en el que viajaron el héroe Jasón y sus Argonautas hasta vuelos en planeador y saltos acrobáticos en motocicleta. Como por ejemplo el famoso acto del motociclista extremo Robbie Maddison quien logró saltar sobre el canal en su motocicleta desde una rampa.

Además de su impacto cultural el canal trajo un gran beneficio económico a la región, ya que creaba una vía marítima entre las aguas del golfo de Corinto con las del mar Egeo salvando así a las naves mercantes de tener que hacer un viaje de más de 400 kilómetros para cubrir estas dos áreas. Algo que no solo incrementaba el costo del combustible requerido, sino que además alargaba en gran medida los tiempos de viaje, algo que muchas veces es más valioso que el mismo combustible.

Una rica historia

Lo más interesante de esta obra es que desde hace casi tres mil años distintos emperadores y generales han soñado con lograrla solo para ver sus intentos demolidos por la enorme extensión de la tarea. El primer gobernante que intentó hacerlo fue Periandro el tirano alrededor del año 630 a. C. Abandonando el proyecto a los pocos años y conformándose con construir una serie de rampas marítimas en los alrededores.

El segundo en intentarlo fue Demetrio I de Macedonia, quien en el tercer siglo después de Cristo intentara crear una línea de comunicación entre ambos puntos geográficos; abandonando el proyecto tras que un error de cálculos por parte de sus ingenieros lo llevara a creer que tal obra inundaría toda la región. Incluso, según el historiador clásico Suetonio, el mismo Julio César pensó en crear tal canal. No obstante, su repentino asesinato le impidió, entre tantas otras cosas, llevarlo a cabo.

Imagen antigua del proceso de construcción del Canal de Corinto.
Imagen antigua del proceso de construcción del Canal de Corinto. El mismo debió ser cavado entre la gruesa roca de la región.

El próximo sería el emperador Nerón, quien fiel a su estilo despampanante y famoso por el incendio que destruyó a Roma durante su reinado, viajó hacia la región y, como ha sido fuertemente documentado, con un pico comenzó a cavar hasta llenar una canasta de trabajo entera con suelo del istmo. Tan solo intentemos imaginar la escena, un emperador romano escoltado por su guardia pretoriana y vestido con toga púrpura y corona de laureles de oro hundido hasta los tobillos en el barro picando el suelo para alentar a su ejército de esclavos recientemente capturados en su guerra contra los judíos a cavar la tierra con esmero para partir un país al medio.

Si bien muy posiblemente lo podría haber llegado a lograr dada la cantidad de recursos que puso en la tarea y la enorme cantidad de esclavos con la que contaba, Nerón muere al poco tiempo y el proyecto es abandonado por su sucesor.

Curiosamente algunas de las tareas realizadas por los ingenieros de Nerón, como los ejes para estimar la calidad del suelo y el trazado del canal mismo, sirvieron a los trabajadores que a finales del siglo XIX concretaron definitivamente la tarea. De hecho, el canal original sigue el curso del canal trazado por Nerón.

Si bien el canal hoy ha quedado pequeño para los súper-barcos mercantes y mega cruceros, el mismo continúa siendo una concurrida atracción turística, especialmente para los amantes de la navegación a vela. Su impacto económico es, en efecto, muy considerable, ya que por el mismo atraviesan anualmente cientos de embarcaciones turísticas que transportan a turistas entre el Peloponeso y la Helade.

La siguiente imagen satelital nos muestra cómo la ambiciosa obra de ingeniería ha partido, literalmente, a un país de dos. Generalmente esta es una aseveración que en la gran mayoría de los casos simplemente sonaría como una locución figurativa. No obstante, en este caso en particular, es completamente literal. Una gran hazaña de la ingeniería civil moderna.

Imagen de un crucero y uno de los puentes que atraviesan al Canal de Corinto.
Imagen de un crucero y uno de los puentes que atraviesan al Canal de Corinto.

El Canal de Corinto es uno de varios canales alrededor del mundo que comunican ya sea mares u océanos, como por ejemplos los canales de Panamá y de Suez. El Canal de Suez es particularmente interesante, ya que en el mismo se da un fenómeno óptico y visual mediante el cual se da la ilusión óptica de ver barcos navegando sobre la arena. Esto ocurre debido a que ciertas dunas de arena cubren el canal de manera tal que el mismo queda completamente tapado a la vista, como si en su lugar solo hubiese arena.

Canal de Corinto visto desde el espacio.
Canal de Corinto visto desde el espacio. El mismo separa a Grecia en dos entre las regiones del Peloponeso y la Hélade.