Un genio altruista
El mayor sueño del genio Nikola Tesla radicó en la construcción de un sistema de distribución eléctrico inalámbrico el cual, gracias al empleo de altas torres y profundas excavaciones, obtuviera energía valiéndose la creación de poderosas alteraciones en el campo eléctrico natural de la Tierra.
La torre de Tesla
Esta energía ganada casi gratuitamente, posteriormente sería «retransmitida» libremente hacia todo el mundo a través de enormes torres inalámbricas ubicadas estratégicamente. De esta investigación nacería en los primeros años de 1900 uno de sus inventos que aterraría al mundo: La Torre Wardenclyffe.
Comenzada con una inversión inicial del banquero J. P. Morgan, el cual luego se retiraría enfurecido por la falta de resultados económicos palpables y difamaría a Tesla limitando así la entrada de nuevos inversores, la construcción de la torre fue viendo infinidad de contratiempos. Desde incendios hasta sabotajes de espías e investigaciones del FBI en las cuales vio su laboratorio y taller revueltos de arriba a abajo por las autoridades.
No obstante, el mayor obstáculo llegó cuando Tesla perdió definitivamente la propiedad del terreno a manos del financiero George Boldt en 1915 y en 1917, en plena Guerra Mundial, este cedió al pedido del gobierno de Nueva York de demoler gran parte de la estructura por temor a que sirviera de «faro» a los submarinos alemanes.
Esto causaría no solo serios inconvenientes económicos en la vida de Tesla, llevándolo a cancelar varios proyectos, sino que también afectaría al brillante ingeniero emocionalmente, ya que era muy apegado a sus empleados y no deseaba eliminar sus fuentes de trabajo. Razón por la cual se hizo cargo de sus jornadas a pesar de las fuertes pérdidas económicas que estaba sufriendo.
Un genio absoluto: además de sus avances en el campo de la ingeniería eléctrica, Nikola Tesla fue uno de los mayores innovadores en el campo de la tecnología de radio y control remoto. En efecto, en una oportunidad intentó demostrar un bote a control remoto ante una multitud desprevenida y estos, pensando que se trataba de un engaño, prácticamente casi lo muelen a golpes.
El «rayo de la muerte» de Nikola Tesla
Ahogado y agobiado por las deudas y los acreedores e imposibilitado de continuar con su experimento, en los años 30, Tesla intentaría buscarle una aplicación miliar a los descubrimientos realizados con su fatídica la torre. Es así que pasaría varios meses ideando la manera de enfocar eficientemente un rayo de partículas macroscópicas, el cual, montado en una torre o en un aerostático, podría sembrar el terror en los ejércitos enemigos con un poderoso rayo de la muerte.
Tras preparar un detallado documento, Tesla presentaría el proyecto a varias empresas del rubro y los Departamentos de Guerra (hoy en su gran mayoría rebautizados domo Departamentos de Defensa) de las distintas potencias, como el US War Department y las distintas ramas del ejército del Reino Unido.
Sin embargo, su investigación sería catalogada como «los divagues de un loco» y un «gastadero de dinero perteneciente a una historieta de ciencia ficción«. Debieron pasar varias décadas hasta que las ideas de Tesla fueran tomadas con seriedad y nacieran así los electro-lásers.
La intención de Tesla no solo era retransmitir energía gratuita, sino que además sus ideas llegaron hasta el punto de crear luz diurna artificial al alterar la ionosfera No solo con los electro-lásers y los rayos de partículas sería redimido este genio, sino que además la ciencia moderna corroboraría varias de las teorías propuestas por este que en su época lo convirtieron en el hazmerreír de todo el mundo.
Como por ejemplo el hecho de que la Tierra es un cuerpo cargado eléctricamente, e incluso su cálculo sobre la capacitación de la Tierra, el cual fue casi exacto. Desafortunadamente tendría que ser también después de muerto el que la Corte Suprema de los Estados Unidos reconociera oficialmente su importancia en la invención de la radio y se le diera el crédito por la primera fotografía de rayos X.
Thomas Alva Edison y Nikola Tesla
Según contaron las teorías populares durante muchas décadas, Thomas Alva Edison electrocutó a un elefante para así demostrar que la corriente alterna propuesta por Tesla «era peligrosa» (aunque debemos notar que teorías modernas establecen que Edison simplemente filmó el evento y no tuvo parte en la ejecución del mismo).
Thomas Edison fue uno de los más grandes enemigos de Tesla, constantemente conspirando para dañar sus finanzas y negocios y contactando a sus clientes para así dañar directa e indirectamente al genio de origen serbio.