La madre de los conejos
A principios del siglo XVIII Inglaterra era un lugar bastante llamativo: su rey se negaba a aprender a hablar en inglés y cientos de charlatanes y encantadores recorrían sus caminos vendiendo infinidad de panaceas y leyendas extravagantes. Algo que nos ayuda a comprender por qué Mary Toft tuvo tanto éxito en su charada y nadie la cuestionó.
![La historia de Mary Toft.](https://i0.wp.com/www.anfrix.com/wp-content/uploads/2019/07/Mary-Toft-1.jpg?resize=438%2C591&ssl=1)
Mary era una chica como cualquier otra, la diferencia, en septiembre de 1726 tuvo su primer hijo: un conejo. Ante tan surrealista visión su familia espantada corrió hacia el médico local, John Howard, un joven cirujano que prontamente se dirigió a la casa de los Tofts y una vez allí y de manera increíble ayudó a hacer parir un total de nueve conejos. Peor aún, como si ya parir conejos no fuese poco, todos nacieron muertos y mutilados.
El suceso ganó tanta popularidad que el mismo rey envió a su consejero médico, Nathanael Saint André, a revisar el caso. Al reunirse este con Mary ella confesó haberse antojado inmensamente con carne de conejo durante su embarazo, por lo que pasó varios días dedicándose a perseguir conejos sin éxito alguno.
Asombrados, y tras presenciar en carne propia una nueva camada de conejos mutilados saliendo de las entrañas de Mary los enviados reales decidieron llevarla a Londres para poder estudiarla en detalle. Todo el mundo creería la historia de Mary, y tal sería el furor popular que miles de personas se reunieron en torno a la casa donde se hospedaba la joven. Las cosas se le habían ido de las manos a Mary, ya que la misma nunca esperó generar un impacto tan grande y captar tanta atención por parte de la sociedad la cual estaba obsesionada por saber más sobre la «mujer que dio a luz una camada de conejos».
Sir Richard Manningham, uno de los estudiosos encargados de supervisar el caso y quien sospechaba de un engaño, con el fin de asustarla para ver su reacción sugirió delante de la chica que los médicos londinenses debían de «abrirla en dos y analizar su útero».
Al escuchar esto partió en lágrimas y confesó que ella misma había introducido las partes de conejo con el fin de ganar fama y recibir una pensión del real. Si bien Mary volvió a su casa y continuó con una vida normal, Howars y Saint André quedaron tan humillados por haber creído completamente la historia que sus carreras quedaron arruinadas.
![La historia de Mary Toft.](https://i0.wp.com/www.anfrix.com/wp-content/uploads/2019/07/Mary-Toft-2.jpg?resize=950%2C705&ssl=1)
Si bien la historia era falsa, en el creer popular la leyenda de «Mary, la madre de los conejos» quedó como algo verdadero e insólito. Quizás un recordatorio de como una buena historia producida por esta creativa mujer y las capacidades actorales de la misma, lograron embaucar a todo un pueblo e incluso a los varios profesionales de la salud que la fueron a ver.
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