En la década de 1930 la Westinghouse Electric diseñó y construyó un proyecto visionario con el fin de solucionar los problemas de aparcamiento en los Estados Unidos.
En Shumkovo la Unión Soviética depositó cientos de trenes dados de baja para ser utilizados en caso de una emergencia, tras el colapso de la misma, los trenes quedaron oxidándose en el olvido.
Durante todo el siglo XIX se utilizaron perros criados para impulsar todo tipo de maquinarias. Desde mecanismos para la cocina hasta máquinas de coser.
Deseosos de tomar al enemigo por sorpresa, los ingenieros soviéticos combinaron un tanque T-60 con un avión Antonov, creando un tanque de guerra volador.