Las impresionantes tormentas antárticas se pueden dividir en tres clases. Incluso la clase más baja deja a cualquier tormenta fuera de otro lugar como una simple brisa.
La ciudad de Vancouver en Canadá es reconocida por su moderna infraestructura y lujosos rascacielos. No obstante, es su intensa niebla su mejor espectáculo.
Los faros, guías de los barcos a lo largo de las eras, han ido evolucionando a lo largo de los siglos para soportar algunas de las olas más peligrosas.