
Koyosegi, los asombrosos rompecabezas mecánicos japoneses
Los koyosegi son la mezcla perfecta entre el arte y la ingeniería. Éstas cajas pueden ser tanto rompecabezas mecánicos como piezas de arte.
Revista y recopilación de artículos relacionados a todos los tipos y dispostivios de la tecnología antigua y del pasado en general.
Los koyosegi son la mezcla perfecta entre el arte y la ingeniería. Éstas cajas pueden ser tanto rompecabezas mecánicos como piezas de arte.
En el año 1903 Julius Neubronne adaptó cámaras miniaturas al pecho de palomas, y así logró convertirlas en espías aéreos. Las palomas espías.
El terremoto de San Francisco de 1906 fue el peor desastre en la historia de la ciudad. Dos hermanos, los hermanos Miles, capturaron con su cámara lo ocurrido.
El genio renacentista Leonardo da Vinci inventó varias máquinas voladoras. Entre ellas un ala delta y un asombroso paracaídas, hoy han sido reconstruidos.
El Jones Live Map puede considerarse como el precursor del GPS, un GPS antiguo que guiaba en sus viajes a los conductores de principios del siglo XX.
Mediante la utilización de pozos de hielo denominados yakhchal, los persas podían producir toneladas de hielo y congelar alimentos hace 2400 años.
Si bien China está construyendo una de las redes logísticas más avanzadas del mundo, lugares como el túnel de Guoliang son ventanas al pasado chino.
El ordenador más antiguo (de tipo digital) que aun funciona es un WITCH / Harwell Dekatronconstruido entre 1949 y 1950 y conservado en el NMC.
El automóvil más viejo en funcionamiento es un llamativo De Dion-Bouton et Trepardoux de 1884 alimentado nada más y nada menos que a carbón.
Al aparecer los primeros chalecos antibalas la gente creyó que se trataba de un truco. Para demostrar que eran reales, se utilizaron personas como prueba.
Entre los siglos XVI al XVIII la realeza francesa gozó de los más avanzados muebles mecánicos en el mundo. Muebles capaces de cambiar su forma y función.
Los cañones granífugos fueron inventados a finales del siglo XIX por un vinicultor austriaco llamado Albert Singer con el fin de crear un arma anti-granizo.
Durante la segunda guerra mundial la Unión Soviética no contaba con aviones especiales para sus primeros paracaidistas. La solución fue saltar de las alas de sus bombarderos