El tornado artificial del museo Mercedes-Benz
Terremotos, inundaciones y otros tipos de desastres naturales son constantemente replicados en laboratorios de todo el mundo para así comprender mejor sus causas y mecanismos, incluidos los tornados, los cuales pueden llegar a ser algo aterrador en la naturaleza. En el Museo Mercedes-Benz, en Stuttgart, Alemania, existe un tornado artificial. Su fin no es científico ni educativo, sino que existe a manera de salto legal.
En Alemania las leyes indican que todo edificio público debe obedecer las normas contra incendio. No obstante, el arquitecto encargado de la construcción odió la idea de ser obligado a incluir grandes aberturas en su diseño original, por lo que construyó un enorme tornado artificial de 34,4 metros de altura con el fin de contar con un dispositivo capaz de eliminar el humo de un posible incendio moviendo 28 toneladas de aire hacia el exterior del edificio en menos de 7 minutos.
El tornado, que es generado por 144 turbinas a reacción (de tipo jet), sirvió de esta manera para evitar incluir las grandes aberturas que requería la ley. Estas turbinas, por su parte, están ubicadas de tal manera que el viento generado por las mismas se arremoline y genere el tornado artificial el cual comenzará a girar de manera irregular sobre su propio eje al igual que lo hacen los tornados hallados en la naturaleza.
El tornado artificial del Museo Magna Science
En el Museo Magna Science, en Rotherham, también tienen un tornado artificial (aunque más diminuto). La única diferencia es como espectáculo para los visitantes al museo tienen un número en el cual tiran kerosene y tras prenderlo fuego activan el tornado para demostrar como el mismo es capaz de apagar dicho fuego.
Una tradición antigua
Este tipo de saltos legales son extremadamente comunes en las culturas de Europa central, culturas cuyas regulaciones estatales son prácticamente omnipresentes. Por ejemplo, durante la Edad Media existía un impuesto a la propiedad que consideraba solo el área de la planta principal del hogar.
Con el fin de «saltarse» este impuesto, muchas personas comenzaron a construir casas de dos o tres pisos, ya que los pisos superiores no contaban en el cálculo del impuesto. No obstante, ya que el impuesto solo consideraba el área de la planta principal, los segundos y terceros pisos generalmente eran extendidos mediante vigas para que posean una mayor extensión.
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