Durante la guerra fría los aviones MiG soviéticos visitaron países occidentales varias veces. A veces en paz con el fin de participar en espectáculos aéreos y otras veces sin anunciarse.
El neurocientífico Vladimir Bekhterev decidió estudiar qué diferenciaba a los genios. Con este fin creó una colección de cerebros de genios en el Instituto de Investigación Cerebral de Moscú.