Imagen realizada por el popular sitio de noticias SPACE.com perteneciente a la entrevista realizada a Richard Muller en el 2004. La ilustración describe la hipotética órbita de Némesis con respecto al Sol. Imaginar la existencia de una hipotética estrella enana-roja que órbita nuestro Sol es una idea un tanto descabellada. Pero imaginar que esta estrella pudo haber sido la causante de las extinciones masivas en la Tierra, como la de los dinosaurios, ya lleva las cosas a otro nivel. Sin embargo, esta teoría es apoyada por algunos de los astrónomos más prestigiosos del mundo.
Nombrada en honor a la mortal y vengativa diosa greco-romana, Némesis es una estrella que hipotéticamente se encuentra a unos 50 mil y 100 mil UA del Sol, más lejos que la Nube de Oort. La hipótesis nace a partir de una investigación estadística realizada por los paleontólogos Jack Sepkoski y David Raup, quienes, tras un complejo análisis, aseguraron haber encontrado un patrón periódico de extinciones masivas en la Tierra durante el transcurso de los últimos 250 millones de años.
Ocurriendo un promedio de una extinción masiva cada aproximadamente 26 millones de años. Dicho número se obtuvo al estudiar las extinciones de familias de especies en los fósiles de vertebrados e invertebrados marinos; identificando de este modo una relación periódica entre los 12 eventos de extinción que se conocen -entre ellos el que puso fin a los dinosaurios-.
Al no encontrar una explicación terrestre al respecto, varios astrónomos se hicieron eco de la teoría. Y al poco tiempo, dos equipos independientes de astrónomos, teorizaron la existencia de Némesis.
La teoría fue presentada en la prestigiosa Nature, y grosso modo esta indica la existencia de una estrella «dormida» más allá de la Nube de Oort. Al pasar cerca de esta nube cada cierto número de millones de años en su órbita al rededor del Sol, crea un disturbio en las órbitas de los asteroides que la conforman, enviando de esta manera una mortal lluvia de asteroides que impacta contra los cuerpos planetarios del Sistema Solar.
Fotografía perteneciente a la NASA de una enana roja descubierta en el 2003. (Click para ampliar)La teoría, si bien existe desde hace casi dos décadas, ganó un gran interés a partir del año 2000, cuando John Matese, un investigador de la Universidad de Louisiana, el cual al estudiar las órbitas de unos 82 cometas encontrados en la Nube de Oort, halló en el proceso distintos factores que solo pueden explicarse por la influencia gravitatoria de un cuerpo que posea varias veces la masa de Júpiter.
El momento de la verdad
La teoría ha tomado tanta fuerza que para el 2009 uno de los objetivos principales de la misión WISE, a lanzar por la NASA, radicará en identificar la existencia de Némesis. Según se teoriza, en caso de existir, su detección se vio impedida causa de la cercanía que presenta con el Sol, ya que para detectar enanas rojas se mide su paralaje, algo que se dificulta inmensamente dependiendo de la cercanía con la que se encuentre el objeto.
Actualización al 2019
En el 2011 la NASA ha lanzado un comunicado estableciendo que los modelos actuales no soportan la teoría de las extinciones periódicas en la tierra. Y por lo tanto han descartado la teoría de Némesis.
Podemos respirar tranquilos nuevamente.