Si bien la población de Corea del Norte padece los efectos de las sanciones impuestas por los Estados Unidos, la élite norcoreana vive de manera lujosa.
Para construir Kolyma, una autopista en Siberia, la URSS utilizó esclavos de los gulags. Cuando un prisionero moría agotado, sus huesos eran utilizados como material de construcción.