En Japón las abejas evolucionaron una singular defensa para combatir a la gigantesca y peligrosa avispa japonesa: ahogarla en una bola viviente de abejas.
Si bien construir la presa Hoover llevó unos cinco años, de 1931 a 1936, gracias al poder del time-lapse podemos ver su construcción en unos pocos segundos.