Durante la segunda guerra mundial la Unión Soviética no contaba con aviones especiales para sus primeros paracaidistas. La solución fue saltar de las alas de sus bombarderos
En México existe uno de los abismos naturales más profundos del mundo, el Sótano de las Golondrinas. Muchos deportistas extremos saltan dentro de este.
Joseph Kittinger fue un piloto de pruebas que en 1957 saltó desde la altura récord de 31300 metros desde el globo aerostático de gran altitud Excelsior III.