Las ilusiones ópticas anamórficas pintadas con la técnica trampantojo o trompe-l'œil, son asombrosas pinturas que dan profundidad a superficies planas.
En el siglo XVI la envidia de Rafael y Bramante llevó a que recomienden a Miguel Ángel para pintar el techo de la Capilla Sixtina esperando que éste falle.
Un fresco romano hallado en la ciudad de Pompeya ha descolocado durante años a los investigadors, ya que es a simple vista parece representar un plástico.