Al terminar la Segunda Guerra la Marina Británica intentó hundir la isla de Heligoland para así evitar que vuelva a ser utilizada como base en el futuro.
Durante la Segunda Guerra Mundial una compaÑía de soldados polacos halló un osezno sin madre. Lo llamaron Wojtek, y al crecer se convirtió en un soldado más cargando obuses de artillería de aquí para allá.
Paul Stapp fue un cirujano que donó, en vida, su cuerpo a la ciencia para determinar los efectos de la desaceleración y la velocidad en el cuerpo humano.