El genio renacentista Leonardo da Vinci inventó varias máquinas voladoras. Entre ellas un ala delta y un asombroso paracaídas, hoy han sido reconstruidos.
Durante la segunda guerra mundial la Unión Soviética no contaba con aviones especiales para sus primeros paracaidistas. La solución fue saltar de las alas de sus bombarderos
Joseph Kittinger fue un piloto de pruebas que en 1957 saltó desde la altura récord de 31300 metros desde el globo aerostático de gran altitud Excelsior III.