En el siglo XVI Simón Stevin, un polifacético científico real, diseñó varios modelos de veleros que podían desplazarse por tierra con el fin de entretener a los huéspedes de Mauricio I de Nassau.
La tumba de Tutankamón fue protegida durante 3245 años por un sello especial, en 1922 cuando se abrió por primera vez los arqueólogos quedaron atónitos.
En el siglo XII Al-Aziz Uthman quiso destruir por motivos religiosos la pirámide de Micerino. La ingeniería egipcia venció sobre los deseos del sultán.
Kongo Gumi fue una empresa japonesa de 1400 años de antigüedad. La empresa más antigua del mundo hasta el 2006, cuando fue destruida por una burbuja financiera.
La pagoda dorada de Kuthodaw es un edificio muy particular, ya que contiene un libro de mármol con 729 páginas gigantes. Cada una pesando media tonelada.
Enrique VIII fue un rey inglés cuyo carácter cambió repentinamente, volviéndose despiadado. Hoy la ciencia cree que sufrió un accidente cerebral que alteró su comportamiento.
Tras la caída de la Unión Soviética el dictador megalómano Saparmurat Niyazof asumió como líder de Turkmenistán y ordenó construir palacios de hielo y estatuas de oro en su honor.
En Babilonia un jardinero se encontró siendo involuntariamente parte de un ritual de sacrificio. Sin saberlo se convertiría en rey.
Wilhelm I estaba obsesionado con los soldados altos, por lo que pasó años levantando un ejército donde el soldado más bajo tenía 2 metros.
En el siglo XVIII una mujer inglesa con talento para la actuación logró convencer a sus médicos de haber parido conejos.