Operación Cottage, la batalla contra un ejército japonés fantasma

La Operación Cottage en la Segunda Guerra Mundial fue un fiasco de los Estados Unidos y Canadá donde invadieron una isla vacía y perdieron 300 hombres.

La cruenta guerra en el Pacífico

La Operación Cabaña (Operation Cottage, o Operación Cottage) es quizás una de las curiosidades más raras de la Segunda Guerra mundial. El 15 de agosto de 1943 un enorme contingente de tropas estadounidenses y canadienses, pero principalmente de los primeros, desembarcaron en la Isla Kiska con 3 regimientos de la 7ma División de Infantería por parte de los primeros, y una brigada de la 6ta División de Infantería por parte de los últimos durante la puja Aliada por tomar definitivamente el control de las islas Aleutianas.

Este fue el comienzo de una serie de campañas militares cada vez más atrevidas en el Pacífico, concluyendo en la toma de posiciones estratégicas de importancia y operaciones tales como el ataque al Lago Truk, la venganza por Pearl Harbor.

Operación Cottage

La isla le brindaba una considerable ventaja táctica a los Japoneses, quienes instalaron una serie de búnkers y posiciones anti-aéreas en las misma, pero éstos sabían que no podrían defender sus posiciones por mucho tiempo, sobre todo tras la derrota en Attu, por lo se retiraron de manera estratégica abandonando así de una vez por todas sus intenciones de lanzar una invasión a Alaska en un futuro.

Operacion Cottage.
Soldado canadiense durante la operación cabaña, Isla Kiska.

Mientras se retiraban, un avión de conocimiento B-24 Liberator avistó los transportes, pero los comandantes aliados interpretaron la situación completamente al revés, y pensaron que los japoneses estaban reforzando la isla, algo que no podían permitir bajo ningún motivo ya que las islas eran un trampolín hacia Alaska. Esto además serviría como un golpe de moral, ya que los japoneses habían capturado la isla con facilidad un año antes.

Bañados por una espesa niebla, sin saber que estaban desembarcado en una isla abandonada, y muy nerviosos, ya que la mayoría de esos soldados formó parte de la sangrienta batalla por la Isla Attu meses atrás, los estadounidenses y los canadienses, que habían desembarcado en dos posiciones distintas con un día de diferencia.

Ambos grupos de tropas aliadas explorarían la isla durante dos días, varios murieron al pisar minas y otras trampas dejadas por los japoneses, pero lo peor llegó cuando ambos bandos se cruzaron unos con otros, y, ante la confusión y el miedo, comenzaron a intercambiar fuego entre ellos.

El siguiente mapa del Pacífico del norte nos permite orientarnos. Islas auletianas, las islas de Attu y Kiska son las más al oeste:

Mapa de las islas auletianas. En Kiska tendría lugar la Operación Cottage.

Ese incidente en particular de la Operación Cottage se cobró 32 vidas y más de 50 heridos de gravedad, el mismo sería replicado varias veces a lo largo del día con múltiples intercambios de fuego entre canadienses y estadounidenses o entre ellos mismos.

Cuando determinaron que la isla estaba vacía de japoneses, más de 300 soldados aliados habían muerto por el «fuego amigo» o por las minas y más de 2500 habían terminado gravemente heridos. La Operación Cabaña pasó entonces a la historia como uno de los mayores fiascos en la historia militar tanto de los Estados Unidos como de Canada.

Ejercito Japones en Kiska. Isla en la que luego tendría lugar la operación Cottage.
Afiche de propaganda sobre la captura de la isla de Kiska.

Debemos entender que la ferocidad incansable de los japoneses, y la utilización de armas tales como los piloto kamikaze así como los fukuryu y los kaiten (kamikaze submarinos) tuvieron un efecto devastador en la psicología de los soldados aliados, especialmente los soldados estadounidenses quienes se vieron involucrados en infinidad de conflictos en el Pacífico.

Al día de hoy la isla es aun un campo de la memoria, ya que en la misma hay una inmensa cantidad de minas, municiones y bombas sin explotar. Si bien lo más peligroso ya ha sido retirado, gran parte se ha dejado como un museo al aire libre y un recordatorio de la guerra.

Cuando decimos campo de la memoria no exageramos, ya que la gran totalidad de la isla está completamente repleta de maquinarias bélicas abandonadas, oxidándose y desintegrándose por el resto de los siglos. Tanques de guerra, artillería, cañones anti-aéreos, botes, barcos, aviones y una infinidad aparentemente incontable de provisiones utilizadas por los soldados fueron abandonadas al dejar la isla.

Esto puede verse en infinidad de otros campos de batalla de la Segunda Guerra, como por ejemplo los restos de la Batalla del Dniéper, una de las batallas más grandes en la Historia de la humanidad y cuyos restos hoy en día pueden visitarse. En los mismos vemos cientos de miles de piezas de material bélico siendo carcomido por el tiempo.


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Restos de un kaiten.
Restos de un Kaiten kamikaze en la Isla Kiska.