¿Fue Thor inspirado por un meteorito? El meteorito que creó un dios

Hace unos tres mil años un meteorito con una masa que rondaba entre las 30 y 80 toneladas métricas impactó contra la tierra, su cráter creó un mito.

La mitología nórdica

En el pasado habíamos hablado sobre los bellos mitos de creación de la mitología nórdica. Mitos de creación que incluyen todo tipo de figuras sobre naturales, seres fantásticos y dioses. Entre estos dioses, quizás el más importante de todos es Thor, dueño del martillo Mjöllnir. No obstante, si bien podemos llegar a creer que Thor fue el producto de la imaginación de los antiguos escritores de mitos de Escandinavia, en realidad hoy en día se cree que un meteorito que impactó en Europa pudo haber estado relacionado al surgimiento de esta deidad en el imaginario popular.

El meteorito que creó a Thor

Hace unos tres mil años un meteorito con una masa que rondaba entre las 30 y 80 toneladas métricas sería atraído por la gravedad terrestre y, tras ingresar en la atmósfera, dejaría una estela de fuego vista en casi toda Europa del norte y central. Al poco tiempo, se fragmentaría y separaría en nueve partes, impactando en la isla de Saaremaa (actual Estonia) y generando una explosión de 20 kilotones.

Hiroshima y Nagasaki: para darnos una idea del poder de devastación de este meteorito, la bomba que destruyó a Hiroshima tenía un poder de devastaciones de unos 15 kilotones. Puedes ver imágenes de la destrucción causada por estos dispositivos nucleares en el siguiente artículo: Recordando Hiroshima y Nagasaki.

Instantáneamente se incineraría un radio de seis kilómetros de bosques, creando una columna de humo y polvo que cubriría el sol completamente por varios días y la cual podía ser vista incluso desde el Mar del Norte. El cráter principal crearía un lago de 22 metros de profundidad y 110 de diámetro.

No es de extrañar que a partir de esto el fuego no sólo iluminara la fría noche de las tierras nórdicas, sino también las mentes y corazones de miles de personas a lo largo de cientos de kilómetros que, ante tan única vista, sólo podían explicar lo sucedido a partir de una intervención divina. Fue así que infinidad de leyendas comenzaron a formarse a partir del suceso, dando origen a varias de las religiones nórdicas y bálticas y logrando qué, no de manera sorpresiva, el fuego, el hierro y los martillos que golpeaban la Tierra sin clemencia, se convirtieran en un tópico recurrente en las historias épicas y heroicas del a región.

Cráter del meteorito que impactó hace tres mil años en Saaremaa, Estonia.
Cráter del meteorito que impactó hace tres mil años en Saaremaa, Estonia.

Para los finlandeses, la malvada Louhi, reina de las míticas tierras heladas de Pohjola, robaría el sol obligando al heroico Ukko a crear un nuevo sol a partir de una enorme chispa, pero la chispa cae por acción maligna a la Tierra generando destrucción y fuego en el proceso, razón por la cual durante siglos al cráter principal se lo consideraba como el lugar donde el sol mismo chocó contra la Tierra.

No obstante, es interesante ver las ramificaciones y las conexiones que el meteorito tuvo con la formación de la leyenda de Þōrr, Thor en español, dios del trueno que con su poderoso martillo, el Mjöllnir sacudía la tierra, y quien viajaba por los cielos en una carroza de fuego que llega a enceguecer.

La mitología nórdica: el Mabinogión, el Kalevala y las Eddas son la base de la mitología nórdica. Sus páginas han inspirado a cientos de autores de la modernidad, teniendo por lo tanto un rol fundamental en el género de fantasía actual y habiendo inspirado a Tolkien a escribir el Señor de los Anillos: El Mabinogión, el Kalevala y las Eddas vikingas, las épicas nórdicas.

Sin embargo, lo más interesante es que del meteorito se extraería hierro para construir espadas, razón por la cual, y por causas que aun los historiadores aun no han podido esclarecer, algún grupo, quizás por motivos religiosos o evitar que se roben fragmentos del meteorito, intentó preservar el meteorito construyendo una gran pared circular encerrando al cráter. Hoy de esta solamente quedan vestigios.

Thor en la batalla contra los gigantes, de Mårten Eskil Winge, 1872.
Thor en la batalla contra los gigantes, de Mårten Eskil Winge, 1872.