En el siglo XVI la envidia de Rafael y Bramante llevó a que recomienden a Miguel Ángel para pintar el techo de la Capilla Sixtina esperando que éste falle.
En el siglo XVI el arquitecto renacentista Fontana Domenico ilustró como hizo para erigir un obelisco egipcio traido a Roma 1400 años antes por Calígula.