Los cañones granífugos fueron inventados a finales del siglo XIX por un vinicultor austriaco llamado Albert Singer con el fin de crear un arma anti-granizo.
El Praxinoscopio, el "Teatro Óptico" y las “Pantomimas Luminosas” fueron algunas de las innovaciones de Charles-Émile Reynaud que avanzaron la tecnología de los dibujos animados en gran medida.