Los prisioneros de la segunda guerra que escaparon con un avión casero

El mejor escape de prisión de todos los tiempos tuvo lugar durante la segunda guerra, cuando un grupo de prisioneros construyó a escondidas un planeador.

Lo asombroso de esta historia, no es que se trate de un fantasma en si, sino que es una de las más asombrosas historias de supervivencia que se puedan imaginar. Un piloto de la RAF capturado en plena SGM, encerrado en un castillo medieval convertido en prisión por los alemanes que, tras escapar de su celda y convertirse en un «fantasma» para los guardias germanos, construiría a escondidas con elementos robados por las noches un planeador que, si la situación se le complicaba, le permitiese escapar del castillo.

Oflag IV-C

Fotografía de Jack Best.
Jack Best, el hombre que construyó a escondidas un avión planeador para escapar de su cautiverio en el castillo Colditz

Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, el Tercer Reich convertiría a Colditz en una elaborada prisión VIP, renombrado, a causa de su organizado accionar, como Oflag IV-C -Oflag, «campo de oficiales».- Prontamente las habitaciones se irían convirtiendo en celdas, y los salones en patios. Si bien crear prisiones en castillos era muy eficiente ya que las instalaciones eran óptimas para dificultar el rescate externo, la razón principal era más bien psicológica y propagandística.

Rápidamente oficiales polacos, franceses y británicos irían poblando las celdas. Múltiples intentos de escape terminarían frustrados, y sólo 30 personas lograrían escapar del castillo sin ser recapturadas. No obstante, nadie podría imaginar la voluntad y astucia de Jack Best, un teniente de vuelo británico que sería protagonista, junto a unos pocos compañeros, del mejor plan de escape de todos los tiempos.

Capturado en el 41, tras quedarse sin combustible en África, Best sería ubicado primeramente en la famosa prisión Stalag Luft III. Ingenioso, lograría escapar junto a Bill Goldfinch, para ser recapturados en Polonia tras una vertiginosa carrera contra los perros de seguridad. Así ambos serían transferidos a Colditz, donde se esperaba que las altas paredes de piedra les impidiesen volver a intentarlo.

No obstante, Best aprovecharía una distracción de los guardias, y el 5 de abril de 1943 escaparía, no del castillo, sino de su celda. Así pasaría días y semanas, hasta más de un año, escondido entre los incontables armarios, habitaciones y pisos falsos del gigante de piedra. A pesar de los rigurosos rastreos, los guardias nunca pudieron hallarlo, y Best prontamente sería apodado como «El fantasma de Colditz». Sabio por su anterior experiencia, sabía que un escape a pie sería fútil, por lo que valiéndose de su carrera como piloto decidiría construir un planeador a escondidas en una de las torres del castillo.

Fotografía del planeador casero.
La única fotografía del planeador original que existe utilizado para el escape del castillo Colditz. Puede verse la singular tela utilizada como recubrimiento.

No lo haría sólo. Primeramente ayudaría a escapar a su amigo, Goldfinch, y a varios otros más. Juntos buscarían la ubicación ideal, y rápidamente iniciarían la construcción del planeador. Esta sería una alta torre central abandonada. El esfuerzo daría sus frutos, y tras un riguroso trabajo, una rústica bestia alada de 9.7 metros de envergadura, apodada «Lucy» por Goldfinch, nacería a partir de hierro de los barrotes de las ventanas del castillo, madera de los bancos, tela de las cortinas e infinidad de partes de un antiguo fonógrafo que serviría para construir el mando de la nave. Para su despegue, una improvisada catapulta hecha con una bañera -que serviría de contrapeso impulsor- y una serie de sogas serían empleadas. El impulso sería suficiente como para llegar al río Mulde, y de ahí a una vía de ferrocarril que les permitiese escapar hacia Suiza.

Curiosamente no necesitaron usar al planeador, ya que pocas semanas antes de la fecha pactada para el escape, un contingente Aliado liberaría al castillo en Abril de 1945. Increíblemente, varios de los fantasmas irían siendo recapturados -Best incluído- en sus exploraciones del castillo en busca de materiales y comida. Pero ninguno de éstos delataría a sus compañeros o al plan.

De todas maneras, 55 años después del evento, el Canal 4 británico, en conmemoración de la historia, construiría una réplica exacta del planeador. El mismo demostraría funcionar tal y como fue esperado por los prisioneros, cuando el piloto de pruebas John Lee lo haría volar por más de una milla. Best presenciaría en persona el evento, para morir un año después a la edad de 87 años.

Colditz

El castillo Colditz posee una rica y a la vez oscura historia, y por fortuna tras la guerra corrió mejor suerte que el castillo Königsberg. Construido a principios del siglo XI por el Rey Henry III del sacro Imperio Romano, el mismo serviría de base a los Emperadores del Primer Reich, incluidos los legendarios Barbarosa y los Señores de la Guerra de Colditz. Posteriormente, y tras haber sufrido infinidad de asedios y ataques, sería reconstruido en el siglo XVI, y siglos después, tras otra refacción, serviría como asilo mental.

Colditz es en si una maravilla única, una recopilación de estilos arquitectónicos distintos en un sólo castillo, ya que, con sus sucesivas reconstrucciones, cada arquitecto usaba el estilo a moda. Ess así que en el castillo pueden verse desde torres góticas hasta salas barrocas y capillas renacentistas.

Fotografía del Castillo Colditz .
Castillo Colditz en Alemania, durante la segunda guerra mundial fue utilizando como prisión para prisioneros de guerra.

Puedes leer más sobre la historia de los planeadores siguiendo este enlace.

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