Sno-cats los vehículos capaces de cruzar por tierra la Antártida

Los Sno-cats fueron vehículos todo terreno utilizados en la Expedición Trans-antártica 1957/58 que le permitieron a Fuchs y Hillary cruzar la Antártida.

Existe una fotografía que representa de manera perfecta las condiciones extremas y los peligros experimentados durante las expediciones antárticas. La misma fue tomada durante la Expedición Trans-antártica 57/58, el primer cruce exitoso de la Antártida por tierra a través del Polo Sur.

Comandada por dos leyendas vivientes: Sir Edmund Hillary, famoso por ser miembro de la primera expedición que llegó a la cima del Everest (aunque existe el misterio de Mallory e Irvine) y Sir Vivian «Bunny» Fuchs, un veterano y temerario explorador. Los primeros equipos llegaron al continente blanco a finales de 1955 y durante todo 1956 se realizarían los preparativos y el entrenamiento para la misión, debiendo pasar todo un año en el cual sufrieron una tragicómica serie de percances y problemas que pusieron en riesgo a la expedición en si misma. En 1957 los 12 integrantes partirían en su aventura histórica.

La travesía en si fue toda una odisea, partiendo desde el Mar de Weddell y llegando a McMurdo, uniendo así las bases Shackleton y Scott y pasando por el Polo Sur(segunda visita al Polo Sur en 46 años, tras que Robert Falcon Scott plantara bandera en el mismo en 1912). Se recorrió un total de 3473 km en 98 días y se sortearon tormentas de nieve, hielos quebradizos así como precipicios y pozos ocultos tapados por la nieve. Tras concretarse la expedición, deberían pasar más de dos décadas para verse nuevamente una travesía exitosa a través del Polo Sur, la expedición de Ranulph Fiennes en 1981 con equipos y vehículos mucho más modernos.

La estrella de la fotografía que mencionábamos al principio de este artículo, y la cual se encuentra en el cabezal de la entrada, es sin lugar a dudas uno de los seis vehículos todo terreno que salvaron a la expedición del fracaso en incontables oportunidades: un Tucker Sno-Cat 743, denominado como Sno-Cat «B», al cual puede vérselo en todo su esplendor sorteando el traicionero y extremadamente hostil territorio antártico.

Los otros cinco vehículos eran 2 Sno-cats, 2 M29 Weasel y 1 tractor Muskeg. De todos los vehículos los más importantes fueron los Sno-cats ya que permitían realizar las tareas de exploración y además transportar toneladas de provisiones, equipamiento científico, antenas e incluso llegando a tener que remolcar a los M29 en varias oportunidades. Originalmente se iban a utilizar 4 Sno-cats, pero durante los preparativos para la misión uno sufrió daños severos en su motor debido a una impericia mecánica.

Fotografñia del Sno-cat B.
Sno-cat B de la Expedición Trans-antártica 1957/58 en apuros.

Los Sno-Cat son verdaderas joyas de la ingeniería. Con cuatro orugas independientes capaces de funcionar de manera diferencial entre ellas y en distintos ángulos, con las delanteras capaces de funcionar en ángulos superiores a los 90°, estos vehículos pueden cruzar cualquier tipo de terreno.

El modelo 743 poseía una velocidad máxima de 25 km/h, y estaban provistos de un motor Chrysler de 134 kW que consumía 70 litros de combustible cada 100 km. Además de ser capaces de sortear terrenos con hielo blando e hielo duro, además de terrenos irregulares y rocosos, esta bestia todo terreno era capaz de llevar una carga de 2,7 toneladas y arrastrar varias más en los denominados «trenes de trineo».

Fotografía de Fuchs y Hillary.
Sir Vivian Fuchs, un veterano explorador y Sir Edmund Hillary comandantes de la expedición antártica 57/58 en Londres durante su despedida en 1956.

Los vehículos utilizados por la expedición permanecerían varios años en la Base Scott, para luego ser llevados a distintos museos entre los que se encuentran el Museo Canterbury en Nueva Zelanda y el Museo de Ciencias de Londres. Este museo mantiene uno de los vehículos funcional y con su pintura original, la cual ha sido recubierta con un barniz especial para protegerla de la humedad y la radiación ultra violeta. Sin duda alguna, estos vehículos son una pieza de la historia de la exploración y la aventura humana.

Fotografía del tren de provisiones de la expedición transatlántica.
Tren de provisions remolcado por el Sno-cat B de la Expedición Trans-antártica 1957/58.

El legado y testamento de estos impresionantes vehículos es que, poco más después de una década de terminada la Segunda Guerra Mundial, y con una tecnología no muy superior a la utilizada durante dicho conflicto bélico, Fuchs y Hillary lograron cruzar la Antártida gracias a la resiliencia y poderío de dichos vehículos. Una oda a la ingeniería mecánica de la época.

Fotografía del Sno-cat A en el museo.
Sno-cat A de la Expedición Trans-antártica 1957/58 en el museo de Canterbury.

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