Glas, el corto sobre los sopladores de vidrio que ganó un Oscar

Glas es un hermoso documental realizado en 1958 que documenta el arte de los sopladores artesanales de vidrio holandeses a mediados de los años cincuenta.

Glas, es un corto holandés filmado en 1958 con cámaras especiales para atrapar de manera tenue la luz emitida por los cristales recién sacados de los hornos. Bert Haanstra, el director y productor del mismo, pasó más de tres meses ajustando sus equipos, y el resultado es un material fílmico único y exquisito.

El corto, que documenta el trabajo de los artesanos en la Royal Leerdam Glass Factory ganó un Oscar en 1959 debido a su belleza visual. En el mismo vemos la pasión con la cual sopan el vidrio, y los finísimos movimientos dactilares que deben realizar con extrema precisión para así darle forma a los elementos de vidrio que fabrican.

En cierta medida nos recuerda al fino arte de crear caramelos esculpidos en Asia, utilizando técnicas un tanto similares a las de los sopladores de vidrio.

Un arte perdida

El objetivo de este corto, que a su vez hace de documental, era el de servir tanto para mostrar al mundo esta antiquísima profesión como a su vez documentar un oficio y arte que, incluso en ese entonces, mediados del siglo XX ya se veía amenazado por la automatización.

En efecto, los sistemas automatizados de producción de elementos de vidrio tanto decorativos como de mesa y arquitectónicos estaban tomando rápidamente todo el mercado, desplazando a los históricos sopladores a un lado.

Este desplazamiento, lógicamente, llevaba a que sean cada vez menos las fábricas artesanales de vidrio soplado, haciendo que, debido a un fenómeno de economía de escala, el vidrio soplado se vuelva cada vez más y más costoso en comparación a los elementos de vidrios manufacturados con sistemas automatizados y moldes.

Así mismo, no solo la automatización amenazaba ese oficio. Ya para entonces, es decir finales de la década de 1950 y principios de la década de 1960, se estaba llevando a cabo la revolución del plástico, y el mundo estaba siendo conquistado por todo tipo de polímeros. Muchos de los elementos y decoraciones que hasta ese entonces eran hechas a partir de vidrio estaban siendo reemplazadas por elementos plásticos.

Es así que Glas, además de ser un bello documental, era un testamento de un arte en peligro, la cual el director intentó preservar a través del film.