Le Corbusier, Henry Dreyfuss y la antropometría en la arquitectura

En el siglo XX dos hombre revolucionarían la arquitectura y el diseó industrial. Le Corbusier y Henry Dreyfuss, los padres de la antropometría.

Definir la altura estándar de una puerta parece algo muy simple: hacerla lo suficientemente alta como para que pasen por la misma las personas más altas dentro de un rango razonable que acapare al 99% de la población, pero lo suficientemente baja para que sea práctica estructuralmente.

Ilustración del Hombre de Vitruvio.
El Hombre de Vitruvio, por Leonardo da Vinci.

Lo anterior resulta simple de comprender; pero qué acerca de, por ejemplo, la altura de una silla en relación a un escritorio y sus cajones, ciertamente debe existir una relación matemático estadística que enlace y determine los tamaños y distancias para que dichos elementos sean cómodos como para que el promedio de los seres humanos, y sus rangos de variaciones, puedan realizar una escritura confortable sobre la superficie del escritorio como a su vez poseer un fácil y rápido acceso a los cajones del mismo sin necesidad de mover el tronco de su cuerpo, todo perfectamente al alcance de nuestros brazos.

O tal vez cuando nos sentamos en un automóvil, y simplemente con un movimiento de brazos podemos tomar el ojal del cinturón de seguridad e insertarlo en la traba con un simple movimiento que tampoco requiere mover el tronco del cuerpo para la absoluta mayoría de la población adulta.

Todo esto hoy lo damos por sentado y resulta tan básico, tan elemental y dado por hecho que nunca pensamos que esto, en realidad, es el producto de siglos de mediciones y estudios. Primero desde el saber común con tablas de medidas para ciertos objetos, y luego, con la llegada de la modernidad, del diseño industrial y el estudio científico de la biomecánica humana.

Los pioneros

Esquema del el modulor.
El modulor, una serie de escalas antropométricas que ajustaban las proporciones humanas a distintas estructuras y tareas. Con este, se podían dimensionar objetos tanto arquitectónicos como mobiliarios de manera tal que posean una mayor armonía con las dimensiones y movimientos humanos.

Primeramente ésta ciencia empezó como una técnica, midiendo la disposición y distancia de los elementos, por ejemplo, Hipócrates dio gran importancia en la cirugía al acceso y distancia del instrumental, Taylor durante la revolución industrial presto principal atención a mecanizar movimientos cortos, simples y prácticos durante el trabajo, y ciertamente infinidad de gremios a lo largo de los siglos desarrollaron sus propias «tablas de medidas» como la que puede verse hacia la derecha, utilizada por carpinteros del mundo angloparlante para determinar el tamaño y la distancia óptimos de distintos muebles para que estos sean prácticos y convenientes.

No obstante, no fue hasta la llegada del arquitecto Charles-Édouard Jeanneret-Gris, mejor conocido como Le Corbusier, en que las dimensiones y movimientos humanos se comenzaron a considerar como relaciones matemáticas aplicables. Para esto creó el Modulor, una serie de escalas antropométricas que harmonizaban las dimensiones humanas con la arquitectura.

Nota: Le Corbusier fue uno de los participantes en el proyecto del Mundaneum, el cual intento crear una biblioteca universal con toda la información del mundo a principios del siglo XX.

Con éste, se podían dimensionar objetos tanto arquitectónicos como mobiliarios de manera tal que posean una mayor armonía con las dimensiones y movimientos humanos. El mismo empleaba fuertemente las series de Fibonacci y, grosso modo, el sistema partía desde la mano levantada del hombre (226 cm) y desde su ombligo (113 cm). A partir de la primera dimensión se suma y se resta sucesivamente en relación con la sección áurea y se obtiene la serie azul; con el mismo proceso, pero a partir de la segunda medida, se obtiene la serie roja. Esto permite obtener miles de combinaciones aplicables tanto a un simple mueble como a un edificio entero.

Esquema del el modulor.
El modulor, una serie de escalas antropométricas que ajustaban las proporciones humanas a distintas estructuras y tareas. Con este, se podían dimensionar objetos tanto arquitectónicos como mobiliarios de manera tal que posean una mayor armonía con las dimensiones y movimientos humanos.

Pero una nueva época, más científica y orientada la diseño industrial llegaría a continuación.

El hombre que parametrizó al ser humano

El problema con el Modulor es que si bien fue un adelanto no era un estudio científico, y se preocupaba más por la estética y el arte que el rigor matemático. No obstante, esto lo solucionaría el industrial Henry Dreyfuss a mediados del siglo XX.

Esquema de la tabla de medidas de dimensiones.
Tabla de medidas de dimensiones de muebles para carpinteros de principios del siglo XX.

Con éste fin publicaría en 1960 una influyente obra denominada Measure of Man: Human Factors in Design (La medida del hombre: Factores humanos en el diseño), una obra culmine del diseño industrial; en la que se interpretan las relaciones ergonómicas como si se tratase de «ingeniería humana». La antropometría deja de ser el paradigma principal siendo reemplazada por la ergonomía, es decir, las medidas en si dejaban de importar y las relaciones de movimientos y posiciones eran los factores determinantes

Dreyfuss crearía dos modelos estandarizados Joe y Josephine, todas sus medidas no estarían determinadas por valores absolutos sino que representarían porcentajes interrelacionados, por lo que al ajustar ciertas variables los modelos podían representar personas de distintos tamaños, así como niños, personas con distintos índices de masa corporal e incluso personas en sillas de ruedas. La biomecánica jugaba un rol fundamental en dichos modelos, con las articulaciones y sus rangos de acción definidos en arcos proyectantes de gran información visual para quien emplee el modelo.

Las dimensiones, los rangos de movimiento y rotación del cuerpo dejan de ser valores individuales y pasan a representar relaciones independientes, jerarquizadas. Un movimiento de la rodillas alterará los valores asignados a su respectivo pie, así como el área de acción del modelo.

Más importante aun es la tabulación de valores aplicables a distintas acciones. Tablas para el modelo sentado, tablas para el modelo estático, tablas para el modelo en movimiento, etc. Por ejemplo, en las imágenes a continuación podemos ver como estos valores también se aplicaban a los sentidos:

Esta obra marcó un antes y un después, y ciertamente dejó por sentado que en el diseño industrial se deben adaptar los objetos a la persona y no la persona a los objetos, dando paso a los diseños altamente ergonómicos que disfrutamos hoy en día.

Los avances en la medición del cuerpo de Henry Dreyfuss no se limitaban a los edificios, sino que además eran útiles para determinar el confort y eficiencia interna de los vehículos.

Esquema de los estudios antropométricos de Henry Dreyfuss.
Estudios de las dimensiones y rangos de movimientos parametrizados de Estudios de Henry Dreyfuss, los mismos son la base del diseño industrial ergonómico moderno.

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