Los hielos penitentes, el bosque de crestas de hielo en los Andes

Cuando Charles Darwin cruzó los Andes en 1839 se encontró con un fenómeno natural impactante: los hielos penitentes, una fascinante formación de hielo.

Los hielos penitentes

Descritos por Charles Darwin en 1839 cuando cruzó los Andes partiendo desde Santiago de Chile hasta Mendoza, Argentina durante su travesía a través del mundo en el HMS Beagle, los hielos penitentes son formaciones naturales de hielo comprimido cuyos vértices apuntan todos hacia el mismo lado. Dando la ilusión de ser un bosque de hielo.

Hombre recorriendo un campo de hielos penitentes.
Hombre recorriendo un campo de hielos penitentes. Vemos que el tamaño de varios de estos hielos llega a superar los dos metros de altura.

Su tamaño varia desde unos pocos centímetros hasta, en oportunidades, más de cuatro metros. No obstante, es común ver campos enteros con penitentes de uno y medio a dos metros de altura. Si bien los ejemplares superiores a los cuatro metros existen, estos son extremadamente raros y pocas veces vistos.

Durante mucho tiempo se creyó que su formación era exclusivamente producto del accionar de los fuertes vientos andinos (de hecho Darwin así lo asentó en sus escritos). Sin embargo, hoy día se cree que los mismos se deben a una combinación de fenómenos climáticos y orográficos.

Uno de los factores que interesó a los investigadores que realizaron los primeros estudios de este fenómeno fue que los mismos eran semejantes en su forma a las estalagmitas halladas en las varias cavernas húmedas a lo largo y ancho del planeta tierra. Como por ejemplo las halladas en la cueva Flauta en China o las impresionantes formaciones cristalinas gigantes halladas en la cueva de los cristales en México, uno de los fenómenos más espectaculares y únicos de la naturaleza.

No obstante, los hielos penitentes no son estalagmitas propiamente dichas, ya que las últimas son formadas por el goteo constan tente en cavernas húmedas a lo largo de varios milenios. A diferencia de estas, las crestas que conforman a los hielos penitentes se forman debido a la alta radiación solar en combinación con los bajos niveles de humedad. Esto promueve fuertemente una rápida sublimación en gran parte de la masa de nieve formando así las crestas en el proceso.

Quizás uno de los aspectos visualmente más impactantes es que los mismos contrastan en gran medida en relación al paisaje extremadamente árido que los rodea, especialmente cuando brilla el sol y se refleja sobre estos.

Como detalle curioso debemos decir que su nombre, es decir hielos penitentes, proviene de los trajes, y en especial de las capuchas, utilizadas por los monjes penitentes en España durante las procesiones de Semana Santa.

Hilera de hielos penitentes los cuales contrastan con el resto del paisaje arido andino.
Campo de hielos penitentes cerca de Chajnantor, Chile.

El viaje de Darwin por el mundo

El histórico viaje de Charles Darwin a través del mundo en el HMS Beagle tuvo un impacto sin igual tanto en la ciencia como en la filosofía e incluso también la religión, ya que gracias al mismo Darwin pudo finalizar su teoría de la selección natural y escribir su magnífica obra maestra El Origen de las Especies.

Con esta obra Darwin dio por acabado la creencia sostenida hasta el momento de que los seres vivos habían sido creados por una deidad, y describió cómo en realidad un proceso biológico caótico denominado selección natural dio como resultado, a lo largo de miles de millones de años, a las especies que hoy en día habitan el planeta tierra.

En su viaje Darwin se encontró con algunos de los fenómenos naturales más bellos así como los lugares más singulares del mundo, siendo los hielos penitentes uno de estos tantos lugares.

Hilera de hielos penitentes.
Hilera de hielos penitentes. Vemos las pequeñas formaciones, en este caso en particular.

Puedes leer más sobre el viaje de Charles Darwin en el HMS Beagle y como el capitán del barco estuvo a punto de evitar que este aborde el barco en el siguiente artículo. ¿La razón por la cual el capitán se negaba a llevar a Darwin? simplemente no le gustaba la forma de su nariz debido a las creencias arcaicas sobre el carácter de una persona en relación a la forma de su rostro en las que este creía.