El experimento para validar la democracia de Francis Galton

Con el fin de demostrar la importancia de la democracia, el matemático Francis Galton desarrolló un experimento para demostrar la sabiduría de las masas.

La Sabiduría de las Masas

Gracias al libro de James Surowiecki titulado The Wisdom of Crowds -la Sabiduría de las Masas en español, una más que interesante obra sobre la teoría del juego y el rol del comportamiento aplicado en el sector económico- me entero de una llamativa y realmente fascinante experimentación en el cual el matemático y científico Francis Galtón desarrollo un singular experimento para demostrar la validez de la democracia.

El experimento de Francis Galton

Retrato de Francis Galton.
Francis Galton, matemático y polímata del siglo XIX así como también un personaje oscuro y siniestro considerado como uno de los fundadores del denominado «darwinismo social» y el movimiento eugenicista.

Francis Galton era un millonario inglés cuyos conocimientos en el campo de las matemáticas, la antropología, la lingüística y la geografía le harían ganar gran fama internacional. De mente muy curiosa, realizó un particular concurso en 1906, aprovechándose de su acceso a una feria ganadera en el Reino Unido, para estudiar su teoría sobre el comportamiento colectivo (estas ferias fueron extremadamente populares en el Reino Unido, y llevaron a que los ganaderos británicos se obsesiones con criar animales cada vez más grandes por una cuestión de prestigio).

Teoría que, según sus hallazgos estadísticos, afirmaba la importancia de la democracia al establecer que, si bien el votante promedio podía llegar a ser poco instruido o docto, el balance de la decisión colectiva superaba con creces, incluso, al análisis o estimación del votante culto.

Para esto, les propondría a las casi 800 personas que asistieron a la feria, entre ellas carniceros y ganaderos veteranos así como visitantes casuales y pobladores del pueblo cercano, que escribiesen en un papel el peso de uno de los bueyes expuestos en la feria. Al terminar las misma, el buey sería sacrificado, pesado y descuartizado siendo entregado a la persona que acertara la cifra más cercana al peso real de buey.

Curiosamente, la estimación más acertada, no provendría de una persona en particular, sino de todas. Ya que al calcular el promedio de los valores suministrados por los votantes, Galton observaría que el valor resultante difería del peso real del animal por solo medio kilo.

Plantilla de Francis Galton con sus tablas y columnas de números.
Planilla en la cual Francis Galton anotaría los pesos sugeridos por los participantes del concurso para adivinar el peso del buey. El promedio de todos los pesos resultaría ser el más preciso.

Si bien el experimento fue poco formal para poseer peso científico, las investigaciones de Galton en el campo de las estadísticas fueron de extremo valor. Especialmente por su desarrollo e implementación de la desviación estándar, considerada hasta el día de hoy como una de las más importantes herramientas de la estadística analítica.

Como nota curiosa, Galton era primo lejano del biólogo Charles Darwin.

Francis Galton, un personaje siniestro

Cierto, Galton era muy bueno en estadística y las matemáticas, pero también fue un personaje siniestro y proponente de algunas de las teorías seudocientíficas más oscuras de la humanidad, siendo su obra una gran influencia en algunos de los personajes más nefastos de los siglos XIX y XX.

Este científico fue uno de los máximos exponentes del darwinismo social (teoría que tiene muy poco que ver con las teorías evolutivas de Darwin) y el fundador del eugenismo (aunque debemos aclarar que hubo intentos anteriores, como por ejemplo el intento de Friedrich Wilhelm I por crear soldados gigantes. No obstante, estos intentos no pretendían tener una connotación «científica» tras de si).

Además de lo anteriormente mencionado Galton era un personaje extremadamente engreído que se consideraba a si mismo como uno de los hombres más listos en la Historia. Para hacernos una idea de su nivel de vanidad, debemos recordar una de las últimas entrevistas que le realizaron en su vida, cuando tendría aproximadamente 75-80 años. La entrevista comenzó de la siguiente manera:

P: Se le ve a usted muy joven señor Galton, no tiene ni una arruga.

R: Cierto, esto se debe a que a lo largo de mi vida jamás he tenido ninguna duda.

Desde luego es un personaje interesante como científico, pero desde mi punto de vista deja mucho que desear como persona.

Ciertamente, si la historia de la humanidad estuvo repleta de algo fue de timadores y estafadores, los cuales mediante teorías seudocientíficas lograron causar mucho daño a millones de personas.

Seudociencia del pasado

Si deses leer más sobre teorías seudocientíficas te recomendamos el siguiente artículo: la chichonología, teoría más seudocientífica sobre la inteligencia humana. Una teoría en la cual un científico, del cual debemos decir que era respetado en su época, juraba poder leer la personalidad de las personas a partir de sus protuberancias craneales.