El Proyecto Atlantropa y la transformación del Mediterráneo en tierra firme

El Proyecto Atlantropa y el túnel transatlántico, dos de los más emblemáticos y descabellados proyectos de mega-ingeniería a nivel planetario en la historia.

Mega proyectos del siglo XX

Qué sería del mundo sin soñadores que, en una actitud al mejor quijotesca, emplean su vida y recursos en perseguir una meta tan imposible como, quizás, también ridícula. Si bien pocos llegan a ver sus frutos, como por ejemplo la planta hidroeléctrica construida bajo las cataratas del Niágara a principios del siglo XX, otros, como del que hablaremos a continuación, simplemente quedan en el tablero de dibujo del ingeniero y nunca llegan a ver la luz.

El proyecto Atlantropa

Infografíia del Proyecto Atlantropa.
Esquema general del proyecto Atlantropa.

El mismo comenzó a partir de los temores a futuro del arquitecto Herman Sörgel, quien, en la década del 20, creía que el mundo se fracturaría en tres súper poderes. Uno americano, otro europeo y otro asiático. Al contar con la menor cantidad de población y territorio, creía Sörgel, el europeo sería el más vulnerable y conquistable, por lo que una poderosa industria sería necesaria para sobrevivir.

Tan poderosa debería ser, que ninguna fuente de energía de ese entonces podría solventarla, por lo que la única solución sería, según sus palabras, domar el poder del Mediterráneo mediante una gigantesca serie represas y centrales hidroeléctricas que, valiéndose de las corrientes del Mediterráneo, generen gigantescas cantidades de energía.

Esto además, drenaría parte del caudal interno del mar, generando la formación de un nuevo continente. Por otra parte, el nuevo territorio generaría población que necesitaría ser alimentada. Por lo que una gigantesca serie de canales irrigaría el Sahara, convirtiéndolo en una pradera fértil. A su vez, esta colosal tarea acabaría con todos los problemas de desempleo por más de un siglo.

El proyecto había sido tan cuidadosamente planeado, que incluía un sistema de acueductos y represas para proteger el caudal de agua en Venecia debido a su importancia cultural.

Esta no sería una idea fugaz, Sörgel la defendería a capa y espada hasta el final de sus días, de hecho, en 1952, moriría tras ser atropellado mientras se dirigía a un simposio sobre el proyecto Atlantropa. Y tampoco era algo tomado a la ligera, Sörgel emplearía más de 10 años en desarrollar su proyecto, y crearía una enorme organización de arquitectos, economistas e ingenieros que, aunque dudosos, colaborarían con el desarrollo y la planificación del mismo.

Si las represas comunes y corrientes requieren drenajes de más de un millón de litros de agua por segundo, solo podemos imaginar el tipo de drenajes que las represas de este proyecto hubiesen requerido en caso de haber sido construidas.

El siguiente mapa nos muestra las tierras que podrían haber sido ganadas al Mediterráneo de haberse concretado el proyecto:

Infografíia del Proyecto Atlantropa.
Nuevos territorios creados por el Proyecto Atlantropa.

Si bien Atlantropa no puede llegar a resultar como el mega proyecto más insano en la Historia de la Humanidad, existió uno aun más descabellado. El túnel transatlántico.

El túnel transatlántico

Alexander Stanhope St. George era un visionario, tan visionario que, tras un viaje a New York y haber vislumbrado el puente de Brooklyn, ideó construir un túnel telescópico entre Londres y New York con el fin de intercambiar noticias e información al instante entre ambos continentes. Esto además fomentaría le comercio, permitiendo mostrar catálogos de productos y mercancías.

Si bien es una idea aparentemente muy alocada como para haber sido llevada a cabo, St. George no se rendiría, y tras años de investigación y planeamiento del proyecto, comenzaría en 1890 la excavación del mismo. la misma tendría lugar en una de las islas del atlántico, facilitando así la entrega de suministros y la logística del proyecto.

La realidad demostraría ser mucho más dura que cualquier plano, sobre todo por el simple hecho de que Alexander Stanhope St. George y su ayudantes no comprendían las presiones y dificultades que se presentaban al querer excavar en profundidad. Durante los más de 4 años que Alexander y su equipo invirtieron en la isla, realizando todo tipo de excavaciones de prueba para probar tanto la efectividad de los métodos de excavación como las herramientas que estaban utilizando, infinidad de accidentes y contratiempos comenzaron a surgir.

Un proyecto sin sentido: la idea de este ingeniero y su equipo de ayudantes estaba destinada a fallar desde el principio, ya que hubiese sido necesario excavar un túnel de más de 25 kilómetros de profundidad. Para darnos una idea de las presiones y dificultades de tal colosal empresa, el agujero más profundo en la Historia fue cavado por la Unión Sovietica en la península de Kola. A pesar de haber empleado toda la tecnología disponible de la segunda mitad del siglo XX e invertido una gran cantidad de dinero, solo lograron llegar a los 13 kilómetros de profundidad.

Desde plagas y sabotajes, hasta brechas en las paredes de los túneles que llevaban a inundaciones violentas; hasta curiosos visitantes que terminaban perdidos en las laberínticas excavaciones y reporteros sensacionalistas que atormentaban al pobre ingeniero dando a entender que el túnel iba a inundar a Londres, fueron suficientes para que St. George quedara, literalmente, loco.

Ilustración del telectroscopio
Plano homenaje del proyecto del telectroscopio.

Su años finales serían transcurridos en la clínica mental de Bethnal Green, desde la cual, delirando y viviendo constantemente temeroso de que las paredes repentinamente se agrietasen, y un aluvión de agua lo cubra.

El Telectroscopio

Más de un siglo después uno de los descendientes de Alexander Stanhope St. George honró a su antepasado realizando un proyecto artístico entre Nueva York y Londres que conectaba a ambas ciudades mediante un enlace de fibra óptica y dos gigantescas instalaciones artísticas que nos recuerdan a un gran telescopio victoriano. Cada uno de los extremos de dicha instalación permitía ver, a través de una pantalla camuflada como lente de telescopio, al otro lado, como si ambas ciudades estuviesen conectadas entre Londres y Nueva York .

De esta manera, al menos simbólicamente, logró cumplir el sueño de su tatarabuelo: El Telectroscopio, la ventana entre Nueva York con Londres.

El Telectroscopio emergiendo desde el lado de Nueva York.
El Telectroscopio emergiendo desde el lado de Nueva York.

Enlaces relacionados

― Se leer más del proyecto Atlantropa en la archigenial Cabinet Magazine (en inglés). Lejos, mi revista preferida.

― Wikipedia tiene una lista con las menciones de Atlantropa en obras de ficción (en inglés).