Wojtek, el oso que peleó para Polonia en la Segunda Guerra Mundial

Durante la Segunda Guerra Mundial una compaÑía de soldados polacos halló un osezno sin madre. Lo llamaron Wojtek, y al crecer se convirtió en un soldado más cargando obuses de artillería de aquí para allá.

El trágico destino de Polonia

A pesar de que Polonia fue invadida casi en simultáneo por la Unión Soviética y Alemania durante los inicios de la Segunda Guerra Mundial, y muchos de sus ciudadanos encerrados en campos alemanes y soviéticos (en efecto, como si sufrir el exterminio por parte de los alemanes no fuera poco muchos polacos fueron enviados a los gulags soviéticos), el Ejército Polaco Libre peleó en la Segunda Guerra de manera móvil y asistió directamente en muchos de los frentes aliados. El EPL fueron las tropas y oficiales que lograron escapar de Polonia y se asentaron en el Reino Unido, país desde el cual se unieron a las distintas campañas y ofensivas de los aliados.

Wojtek, el oso soldado

Wojtek jugando con uno de los soldados.
Wojtek jugando con uno de los soldados.

Tras la invasión soviética a Polonia decenas de miles de soldados polacos fueron tomados como prisioneros por los soviéticos. Muchos de estos soldados fueron enviados a prisiones militares dentro de las profundidades del territorio soviético. Estos soldados permanecieron en dichas prisiones hasta 1941, cuando el comienzo del ataque alemán contra la Unión Soviética llevó a que Stalin negocie con el gobierno polaco en el exilio, el cual tenía base en el Reino Unido como ya mencionamos, para liberar a dichos soldados prisioneros.

No obstante, dicha liberación fue brusca e impiadosa. Más de 40 mil soldados y 26 mil civiles polacos fueron literalmente abandonados en las estepas de Asia Central, solo contando con tiendas de campaña y provisiones básicas. Casi un año después, en julio de 1942, y tras miles de bajas, el dictador Stalin permitió a los que sobrevivieron ser evacuados a Irán a través del mar Caspio (la ironía es que décadas más tarde el mar Caspio se convirtió en uno de los puntos más estratégicos y celosamente resguardados de la Unión Soviética).

La historia de Wojtek comienza en las montañas de Hamadan en Irán, cuando parte de las fuerzas polacas, formada por hombres que antiguamente pertenecían a una misma compañía, se topó con un osezno cuya madre había sido abatida por cazadores -otro recuento indica que era cargado por un niño que lo vendió por unas monedas-.

Tras una breve discusión los hombres decidieron llevárselo y convertirlo en la mascota de la compañía. Wojtek, también escrito como Voytek en inglés o latinizado como Voitec, fue el nombre elegido para el osezno y este fue alimentado por las tropas con leche servida desde una botella de vodka a manera de biberón. Prontamente el oso comenzó rápidamente a crecer en tamaño, y su carácter amistoso y servicial lo convirtió en la mayor fuente de moral para la compañía. No obstante, la carrera militar del oso estaba a punto de despegar.

Las fuerzas polacas fueron añadidas como soporte a las británicas, y tras una reestructuración en la cual se encuadró a las tropas polacas ahora liberadas en dos divisiones, 5ª Kresowa y la 3ª Carpática, las mismas comenzaron a participar en los distintos frentes aliados. Tras varios días y vueltas, Wojtek terminó en la 22 Compañía de Suministros de Artillería (junto a la gran mayoría de los hombres que lo hallaron de osezno y lo criaron), la cual fue desplegada brevemente hacia Medio Oriente y luego finalmente hacia Italia con el fin de asistir con soporte de artillería a los Aliados, frente en el que Wojtek se convertiría en asistente de artillería.

La artillería de la Segunda Guerra Mundial: si bien toda la tecnología vio un avance a pasos agigantados durante la Segunda Guerra Mundial, fue la artillería uno de los aspectos tecnológicos que vio la mayor cantidad de avances y proyectos colosales a su alrededor, como por ejemplo el súper cañon Schwerer Gustav, un cañón de artillería del tamaño de un edificio de varios pisos.

Una de las cientos de fotos de Wojtek junto a los soldados que lo adoptaron:

Fotografía de in osezno y un grupo de soldados frente a una tienda de campaña.
Wojtek de osezno.

Según recuentos históricos verificados por el autor e historiador Garry Paulin, quien escribió un libro sobre el animal, Wojtek participó directamente en la famosa e histórica batalla de Monte Cassino en 1944, uno de los últimos bastiones extraterritoriales de los alemanes. Su participación fue bajo el rango de Asistente de artillería, y durante los bombardeos constantes transportó varias de las municiones pesadas que cayeron sobre la fortaleza principal. Servicios que le valieron un ascenso de rango y una mención en periódicos de todo el mundo.

Curiosamente Wojtek no fue entrenado para esta tarea, los recuentos dicen que el mismo comenzó a pararse en dos patas y a cargar los obuses de artillería y transportarlos al ver que los hombres de la compañía hacían esto. Wojtek transportaba esta pesada munición de artillería de un lugar a otro, dependiendo donde le indicaran los hombres de la compañía, tarea que el oso lograba hacer sin mucho esfuerzo.

Animales de tiro: Wojtek era, a su manera, un animal de tiro muy particular. Los animales de tiro por lo general son caballos, mulas y burros. No obstante, a lo largo de la Historia se han utilizado todo tipo de animales para el tiro de carga: desde perros y ciervos hasta leones e incluso elefantes.

Otra de las tareas del oso era la de subir la moral de los hombres, quienes se divertían al marchar junto al mismo. Wojtek marchaba parado en dos patas junto a las tropas, algo que ganaba los aplausos de todos los soldados. Tal fue su popularidad que el mismo emblema de la compañía representaría a Wojtek cargando munición de artillería.

Emblema de la 22 Compañía de Suministros de Artillería.
Emblema de la 22 Compañía de Suministros de Artillería.

Tras terminada la guerra, Wojtek y su compañía terminarían en Escocia. El oso se volvió una celebridad, apareciendo en infinidad de noticieros, revistas y programas de televisión. Si bien sus camaradas volvieron a Polonia en 1947, algo que deprimiría durante algunos años al oso, Wojtek vivió en tranquilidad en el zoológico de Edimburgo hasta el fin de sus días en 1963.

Si bien oso permaneció en un zoológico escocés y los soldados con los que se crio y sirvió volvieron a Polonia, muchos de estos soldados viajaban regularmente a visitarlo. En efecto, muchos de estos los soldados que habían servido con el oso en el pasado conocían la predilección de Wojtek hacia la cerveza y los cigarrillos, siempre se las arreglaban para llevarle algunos de contrabando y dárselos cuando nadie los veía.

Cuando Wojtek veía a uno de los soldados con los que había crecido ir a visitar su recinto, este se paraba en dos patas y comenzaba a moverse frenéticamente haciendo sonidos que indicaban su alegría. Muchos de estos soldados saltaban la cerca de seguridad y se acercaban al recinto del oso, muy para el horror de los inadvertidos visitantes del zoológico quienes veían como un enorme oso de más de dos metros agarraba al hombre con sus garras.

No obstante, los aterrorizados visitantes perdían el susto cuando prontamente notaban que el oso no era agresivo ni estaba atacando al hombre, sino todo lo contrario, le estaba dando un abrazo mientras hacía sonidos de alegría.


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